Es más, la novela se enreda aún más ya que Patrice, la joven mujer de Beard se entera de que su marido la engaña y se enamora de otro hombre de su misma edad. De esta manera, todo un enredo casi gracioso y obsoleto en donde las verdaderas costumbres están a flor de piel. Ese es el problema fundamental que ocurre en la novela, un enredo tan simple y claro que nos deja pensando un rato largo.
De hecho, el personaje de Beard le servirá a McEwan para representar a los hombres que no nos producen lástima ni empatía y a la que vemos como una figura completamente desagradable durante toda la obra. En resumidas palabras Beard es la figura del antihéroe y eso es bastante interesante en la novela, ya que uno está muy acostumbrado a leer obras en las que se trata de elevar la figura de héroe, aquí es todo lo contrario.
Marcadores