Cuentos y novelas de Radmond Chandler

Radmond Chandler fue un escritor estadounidense nacido en California, considerado uno de los referentes de la novela negra. Nació en el seno de una familia que no tenía nada que ver con las letras. Su padre era un ingeniero civil con serios problemas de adicción al alcohol. Además, se dice que maltrataba a su esposa y a sus hijos. Debido a estos problemas los padres de Chandler se divorciaron y los niños se fueron a vivir con su madre a casa de un tío en Inglaterra.

Aquí un fragmento de uno de sus mejores cuentos llamado Esteré esperando:

“Era la una de la madrugada cuando Carl, el portero nocturno, apagó la última de las tres lámparas de mesa del vestíbulo principal del hotel Windermere. El azul de la alfombra se oscureció un par de tonos y las paredes retrocedieron hasta hacerse distantes. Las sillas se llenaron de sombras perezosas. Los recuerdos colgaban como telarañas en los rincones”.

Chandler ingresó en el Dulwich College de la ciudad de Londres, era una escuela pública en la que habían estudiado también grandes intelectuales. Cuando egreó, se puso a trabajar como periodista en el diario London Daily Express y para la revista Bristol Western Gazette. Sui primera novela del género negro fue El sueño eterno, en la que además aparece el detective Philip Marlowe.

Más de su cuento Estaré esperando:

“Tony Reseck bostezó. Ladeó la cabeza y escuchó la frágil, nerviosa música que salía de la sala de radio situada detrás del pequeño arco en que terminaba el vestíbulo. Frunció la frente. Aquella debería ser su sala de radio, a partir de la una de la madrugada. Nadie debería estar en ella. Aquella pelirroja le destrozaba las noches. Desapareció el fruncimiento y una sonrisa en miniatura se le dibujó en las comisuras de la boca. Aflojó los músculos”.

Radmond Chandler comenzó publicando poemas y un relato breve en los periódicos ingleses. Luego de eso, en el año 1912 regresaría a los Estados Unidos para asentarse en San Francisco donde se puso a estudiar contabilidad a distancia. Se alistó para guerra y así participó en la Primera Guerra Mundial con soldado de los Gordon Highlander. Al término de la guerra regresó a California, en donde consiguió trabajo como cajero de un banco. La madre de Chandler murió en el año 1924 y fue allí cuando él contrajo matrimonio con Pearl Cecily Bowen cuya relación no aceptaba su madre ya que la muchacha era 18 años menor que él.

Otro fragmento de su cuento Estaré esperando:

“Era un hombre de edad madura, bajito, pálido, barrigón, de largos y delicados dedos ahora asidos al diente de alce de la cadena de su reloj; dedos largos y delicados, de ilusionista, dedos de uñas brillantes, bien perfiladas, de afiladas falanges inferiores, dedos de extremos un tanto espatulados. Dedos hermosos. Tony Reseck se frotó las manos con dulzura. Había una paz en sus tranquilos ojos grisáceos”.

RAdmond Chandler Llegó a alcanzar uno de los máximos cargos dentro del bando en donde trabajaba pero lo despidieron por su adicción al alcohol, también por sus faltas recurrentes y los amoríos con algunas de las empleadas. En el año 1933 Chandler se puso a escribir de lleno para la popular revista Pulps, una edición dedicada a difundir relatos criminales qe estaban impresas en papel de baja calidad.

Otra parte de su relato Estaré esperando dice:

“El fruncimiento volvió a su rostro. La música le molestaba. Se levantó con singular agilidad, de un solo movimiento, sin apartar las manos de la cadena del reloj. Sentado con sosiego en determinado momento, al siguiente ya estaba erguido, aplomado sobre los pies completamente inmóvil, tanto, que el movimiento de levantarse lucía como una acción imperfectamente percibida, como un error visual”.

Dicen los críticos que gracias al estilo y a la calidad de los relatos de Radmond Chandler, la novela negra tomó un prestigio hasta entonces desconocido. El primer cuento del escritor fue Blackmailers Don't Shoot, el cual publicó en la revista Black Mask, un pulp dedicado a los relatos de acción. A partir de esa primera aparcición, Chandler no dejaría el género durante toda su vida.

Más de su cuento Estaré esperando, el cual es considerado uno de sus mejores relatos:

“-No. Hizo que se la preparasen y la pagó. Después le dijo al botones que recogiera su equipaje en media hora. Y salió al balcón.
La muchacha se incorporó un poco con los ojos todavía en guardia, y se acarició la rodilla aduraznada.
-¿Cómo dijo que se llama usted?
-Tony Reseck.
-Suena húngaro.
-No -dijo Tony-, es polaco.
-Siga, Tony.
-Todas las habitaciones de arriba tienen balcones particulares, señorita Cressy. Y con barandillas demasiado bajas para estar a catorce pisos de altura. La noche era muy oscura y estaba nublado”.

Si bien hay quienes aseguran que Chandler quiso emular a Dashiel Hammet, es cierto que ambos cuentan con estilos totalmente diferentes ya que Hammet es más austero en su narrativa y Chandler es más irónico y cínico. La primera novela, en la que aparece por primera vez su famoso detective que protagonizaría otros libros, Philip Marlowe. Después, se dedicaría a escribir historias con este personaje entre los años 1933 y 1939, teniendo un total de 19 escritos en los que Marlowe tiene participación.

Más de sus diálogos magníficos:

“-Dejó caer la mano en un gesto final, gesto de despedida-. Nadie la vio saltar. Pero cuando se produjo el choque, fue como un cañonazo.
-Está inventando, Tony -dijo ella con un susurro seco.
El hombre esbozó su módica sonrisa. Sus tranquilos ojos grises parecían casi alisar las largas ondas del pelo femenino.
-Eve Cressy -dijo ella soñadoramente-. Un nombre que espera rodearse de luces y espera a un tipo alto y moreno que no vale nada, Tony. Y no me pregunte por qué. Estuve casada con él. Y podría volver a estarlo. En la vida se pueden cometer muchos errores. -La mano que reposaba en la rodilla se abrió lentamente hasta que los dedos no pudieron retroceder más”.

Un hilo une a Radmond Chandler con Dashiel Hammet y es su intención de denunciar los abusos de la sociedad americana de la época, en un escenario oscuro en el que lo más importante parece ser el dinero y la búsqueda del poder, dejando de lado las relaciones entre los seres humanos. Por eso es que en sus relatos las historias versas sobre crímenes, marginación e injusticia.

Más de su cuento Estaré esperando en donde se puede ver la minuciosidad con que describe los ambientes y a los personajes:

“Empezó a caminar pisando delicadamente la alfombra azul con sus zapatos pequeños y brillantes y cruzó la arcada. La música había aumentado de volumen. Contenía el ruido ardiente y corrosivo, las carreras frenéticas y nerviosas de una competición, de música improvisada. Sonaba demasiado alta. La pelirroja estaba sentada y contemplaba en silencio el enrejillado de la voluminosa radio como si pudiera ver a la orquesta, su estereotipada sonrisa profesional, el sudor que corría por las espaldas”.

Radmond Chandler también escribió ensayos, en especial, fueron trabajo que hablaban y reflexionaban sobre el género negro. Uno de estos libros se llamó El simple arte de matar y fue publicado en el año 1950. es considerado uno de los más grandes exponentes del género negro, convirtiéndose, junto a Dashiell Hammet, en el padre de este tipo de relato policial. Hay un festival en su honor llamado Noir Infestival, que se celebra a fin de año en Italia, en Courmayeur, cuyos premios se entregan desde el año 1991.

Más fragmentos de su narrativa:

“Estaba ovillada con las piernas bajo el cuerpo en un sofá que parecía tener casi todos los almohadones de la sala. Se encontraba primorosamente envuelta en ellos, como un ramillete en el papel de la floristería. No alzó la cabeza. Siguió inclinada, una mano cerrada sobre la rodilla color durazno. Vestía un pijama de seda de gruesos ribetes y bordado de negros capullos de loto”.

El sueño eterno, su primera novela, aparece en el año 1939 cuando Radmond Chandler tenía 51 años. Allí se presenta por primera vez el detective Philip Marlowe, quien sería famoso en las sagas policiales de Chandler. En este relato, el protagonista deambula por los lugares más oscuros y desiertos de la ciudad de Los Ángeles con la intención de ayudar a salvar la vida de la hija de un millonario, quien es víctima de chantaje por parte de unos maleantes peligrosos.

Otros fragmentos de Estaré esperando:

“-¿Le gusta Goodman, señorita Cressy? -preguntó Tony Reseck.
La chica movió despacio los ojos. Había poca luz, pero el violeta de aquellos ojos casi ofendía. Eran unos ojos grandes y profundos, sin la menor huella de pensamiento en ellos. Su rostro, clásico, carecía de expresión.
No dijo nada.
Tony sonrió, se llevó los dedos a las comisuras y los movió uno por uno, consciente de su contacto”.

Radmond Chandler también incursionó en el género del cine, ya que en el año 1943 le propusieron trabajar como adaptador para las películas de Hollywood. El primer trabajo fue para el de Double Indemnity, cuya traducción al español es Perdición. Esta novela era de autoría de James Cain y la película fue dirigida nada menos que por el aclamado director Billy Wilder. Pero no le duro mucho su trabajo en Hollywood, ya que cuando murió su esposa, en el año 1954, comenzó a tener serios problemas con el alcohol.

Más de su cuento Estaré esperando:

“-¿Le gusta Goodman, señorita Cressy? -repitió con amabilidad.
-Lo detesto -dijo la chica, con una voz sin inflexiones.
Tony se balanceó sobre los talones y la miró a los ojos. Grandes, profundos, vacíos. ¿O no? Se inclinó y apagó la radio.
-No me interprete mal -dijo la chica-. Goodman saca dinero y un tipo que saca dinero legal en estos tiempos es un tipo al que hay que respetar. Pero su música parece de cervecería. Prefiero las cosas un poco acarameladas.
-A lo mejor le gusta Mozart -dijo Tony.
-Ahora me está tomando el pelo -dijo ella”.

El largo adiós de, publicada en el año 1953, mucos dicen que es la gran novela de Chandler. En esta, en cambio, logra develar la identidad del asesino de la hija de un millonario, de un escritor y que además era su amigo. En muchos relatos de Chandler aparece quien ya dije que fue el detective favorito de los lectores: Philip Marlowe. Este personaje es un detective privado. Otros personajes inventados por el escritor fueron también John Dalmas o Carmady quienes tenían similitudes con Marlowe, ya que tenían el sello del autor.

Otros fragmentos de sus relatos:

“-Creí que usted era el detective del hotel.
Apoyó la cabeza en un cojín y lo observó por entre las pestañas.
-Póngame algo de ese Mozart -añadió.
-Es demasiado tarde -suspiró Tony-. No es posible ahora.
La muchacha le dedicó otra mirada clara y prolongada.
-Me echó el ojo, ¿eh, pies planos? -Rió levemente, casi para sus adentros-. ¿Hice algo malo?
Tony esbozó su minúscula sonrisa.
-Nada, señorita Cressy. Nada en absoluto. Pero usted necesita tomar un poco de aire. Lleva cinco días en este hotel y todavía no salió a la calle. Y tiene una habitación en lo más alto del edificio.
La chica volvió a reír”.

El detective creado por Radmond Chandler, Phiilip Marlowe, es el reflejo de los protagonistas de las novelas policiales de la época en que aparece el género negro. Este, por lo tanto, tenía como característica ser un personaje oscuro, aunque observador agudo de la realidad corrupta estadounidense. Siempre estas historias transcurrían elas grandes ciudades como Los Ángeles o Nueva York.

Algunos de los relatos de Chandler dicen:

“- Hágame un cuento con eso, dele. Estoy aburrida.
-En cierta ocasión estuvo aquí una chica que ocupaba su misma suite. Estuvo en el hotel toda una semana, igual que usted. Sin salir para nada, quiero decir. Casi no hablaba con nadie. ¿Qué le parece que hizo?
Ella lo miró seria.
-Se fue sin pagar la cuenta.
El hombre extendió su larga y delicada mano, agitó los dedos y produjo un efecto como de olas que se rompen”.

Casi como un alter ego de Radmond Chandler, el detective Philip Marlowe es un gran pensador y lector, y también se dedica a la bebida. Juega al ajedrez y gusta de la poesía. Un rasgo identificativos de este detective es que no usa la violencia para combatir el crimen sino que utiliza la inteligencia, elemento fundamental con el que resuelve los enigmas. No cae en las garras de las mujeres fatales, representativas del género negro y no tiene miedo a las agresiones físicas ni al dolor.

Más fragmentos de sus relatos:

El hombre se adelantó con suavidad para hacer girar la perilla de la radio. Las notas de un vals tintinearon en el aire. Un vals de oropel, pero vals al fin. Subió el volumen. La música brotaba del altavoz en torbellinos de atenuada melodía. Desde que Viena dejó de existir, todos los valses resultaban sombríos.
La chica ladeó la cabeza, canturreó tres o cuatro compases y se detuvo, la boca súbitamente tensa.
-Eve Cressy -dijo-. Una vez hubo luces. En un club nocturno de mala muerte. Un tugurio. Hubo una redada y las luces se apagaron.
Él sonrió casi con burla.

Sobre el detective Philip Marlowe, Radmond Chandler dijo: “Creo que podría seducir a una duquesa, pero estoy bastante seguro de que no mancharía a una virgen”.
En algunas de las historias en que aparece este detective pintoresco y muy agudo son El sueño eterno, aunque también el mismo Radmond Chandler habla sobre él en su ensayo realizado sobre el género negro.

Más de sus relatos dicen:

-Mientras usted estuvo allí no fue ningún tugurio, señorita Cressy... Este es el vals que la orquesta tocaba siempre que el viejo portero se paseaba frente a la entrada del hotel, con el pecho lleno de medallas en La última carcajada. Actuada por Emil Jannings. Seguramente no la recordará, señorita Cressy.
-Primavera, hermosa primavera -dijo-. No, no la vi.

Hablando sobre el detective Philipe Marlowe, en su novela El largo adiós, escrita en el año 1953, Radmond Chandler hace que el mismo personaje se describa, como si fuera un diario:

"Soy un investigador privado con licencia y llevo algún tiempo en este trabajo. Tengo algo de lobo solitario, no estoy casado, ya no soy un jovencito y carezco de dinero. He estado en la cárcel más de una vez y no me ocupo de casos de divorcio. Me gustan el whisky y las mujeres, el ajedrez y algunas cosas más. Los policías no me aprecian demasiado, pero hay un par con los que me llevo bien. Soy de California, nacido en Santa Rosa, padres muertos, ni hermanos ni hermanas y cuando acaben conmigo en un callejón oscuro, si es que sucede, como le puede ocurrir a cualquiera en mi oficio, y a otras muchas personas en cualquier oficio, o en ninguno, en los días que corren, nadie tendrá la sensación de que a su vida le falta de pronto el suelo".

Mucho se ha hablado y escrito sobre el detective creado por Radmond Chandler, Philipe Marlowe. Algunos estudios sobre él sugieren que su nombre estuvo inspirado en el del poeta isabelino llamado Cristopher Marlowe. Muchas novelas de Chandler fueron llevadas a la pantalla grande y el gran actor Humphrey Bogart fue uno de los que lo interpretó. También solieron hacer de Marlowe en el cine George Montgomery, Robert Mitchum, Elliot Gould y Danny Glover. También se realizaron series sobre las historias de Chandler en las que participaron otros actores que quizás no erean tan famosos como los que he nombrado antes.

Aunque el mismo Radmond Chandler dio su parecer y aseguró que él tenía un actor favorito quien creía ideal para interpretar a Marlowe. Sobre ello dijo:

“Si alguna vez hubiese tenido la oportunidad de elegir a un actor de cine que representara mejor la imagen que yo tengo de él, creo que tendría que haber sido Cary Grant”.

El sueño eterno es el título de una de las novelas de Radmond Chandler. En esta historia el genial escritor del relato policial negro cuenta sobre un general llamado Sternwood quien contrata los servicios del famoso detective Philip Marlowe para que lo salve de un extorsionador a quien le dicen Geiger. Este chantajista usa unas deudas de juego en las que se ha metido la hija más pequeña del general, aunque no saben a ciencia cierta si es verdad lo que dice el delincuente.

Otra de las hijas del militar, quien se llama Vivien, está sumamente interesada en saber qué opina sobre su ex-marido el detective Marlowe. Semanas más tarde de que Marlowe comience la investigación, el tal Geiger, el chantajista aparece muerto en su apartamento. Allí está la hija menor del general, desnuda y drogada. Es, sin dudas, una apasionante historia magníficamente relatada por Radmond Chandler, quien se ocupa de manera notable en describir los espacios y los lugares más oscuros de la ciudad.