Pilar del Río, viuda de Saramago, trata en el libro de no verter sus consideraciones personales sobre la personalidad del notable escritor portugués José Saramago, quien fue su marido por 22 años. Dice acerca de ello:
"Nunca fui la propietaria de Saramago. Ni en vida ni ahora. Yo no era su dueña ni él era mi dueño. Él era mi compañero y yo era su compañera. Y eso está bien reflejado en la película -aclara-. Por eso no cuenta mi impresión personal sobre las imágenes sino saber que quedará para siempre de ese registro sobre un autor fundamental del siglo XX", señala, vehemente, del Río.
"Apenas nos conocimos nos dimos cuenta de que participábamos de una misma forma de ver el mundo y que por lo tanto podíamos hacer una pareja: una pareja inventada por nosotros. Y entonces cuando la gente preguntaba por la diferencia de edad nos reímos... como si se casaran los pasaportes y no las personas", apunta del Río.
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