El boom latinoamericano

Como muchos sabrán, el Boom latinoamericano fue esa suerte de explosión en la narrativa latinoamericana que se dio en la década del 60, en el siglo pasado. Este tipo de creación literaria dio origen en diversos países del cono sur una especie de identificación con cierto tipo de relato fantástico.

Una de las características de estas novelas, que en general aparecieron en forma casi simultánea en distintos países como Argentina, Colombia, México o Cuba, era que no tenían influencias de la literatura europea o norteamericana, forjando así un sello de autenticidad latinoamericana.

De acuerdo a lo que ha dicho el analista Naomi Lindstrom respecto al boom latinoamericano, “La ficción latinoamericana comenzó a asociarse con la imaginación, con la construcción narrativa innovadora y el tratamiento original del espacio y el tiempo de ficción”.

En la etapa el Boom Latinoamericano, autores como Juan Rulfo, en Mexico, o Gabriel García Marquez, en Colombia, dieron el puntapié inicial a lo que se conoció como Realismo mágico. Este movimientos e diferenciaba de todos los movimientos anteriores conocidos, ya que esa distorsión de la realidad ocurría con cosas cotidianas y comunes, muy alejadas de la ciencia ficción.

Entre los padres del Boom Latinoamericano podemos citar a los siguientes escritores: Miguel Ángel Asturias, Jorge Luís Borges y Alejo Carpentier, luego le siguieron otros escritores más jóvenes como Gabriel García Márquez, de Colombia; Mario Vargas Llosa, de Perú; Carlos Fuentes, de Méjico; Julio Cortázar, de Argentina; José Donoso, de Chile y Guillermo Cabrera Infante, de Cuba.

Según aseguran los analistas y críticos literarios era una especie de narrativa más vibrante y con más imaginación, cuyos creadores tenían como referentes a los mismos escritores: Borges, Virginia Woolf o Franz Kafka, entre otros.

Entre los maestros de los latinos que formaron este movimiento tan especial que se conoció como el Boom Latinoamericano estaban, como he dicho antes,Borges, Wolf o Kafka, aunque también fueron de gran influencia otros autores y filósofos como Ernest Hemingway, Jean Paul Sartre, Horacio Quiroga, Juan Bosch, Gustave Flaubert, Albert Camus y William Faulkner, sobre todo éste último que fue crucial para muchos autores latinoamericanos.

Hubo quienes dijeron, quizás buscando detractar al boom latinoamericano, que fue un invento de las editoriales para lograr una mayor venta de libros en la década del 60, pero el tiempo y la calidad de las obras publicadas, sobre todo, se encargaron de echar por tierra esa aseveración.

En la actualidad, por ejemplo, es obligatorio el estudio de las obras del realismo mágico y el Boom latinoamericano en las escuelas secundarias y, por supuesto, en los niveles académicos.

El peruano Mario Vargas Llosa escribió un libro en el que retrata todas las etapas de este gran fenómeno literario que se dio en Latinoamérica, pero que legó al mundo sin duda alguna. El libro de análisis de Vargas Llosa se llamó “García Márquez, Historia de un Deicidio”, y en la obra da cuenta de los períodos que antecedieron y precedieron a la creación literaria de Gabriel García Márquez.

De manera paralela a la aparición del Boom Latinoamericano, hubo editoriales y revistas literarias europeas que se dedicaron a difundir entrevistas y análisis y artículos sobre este fenómeno, de manera que el Boom se conoció de manera instantánea en los países más importantes de Europa.

Uno de los medios que difundía el tema del realismo mágico y de los escritores americanos era la revista “Libre”, dirigida por Plinio Apuleyo Mendoza. Otra de las publicaciones que difundían el fenómeno del Boom fue la revista de Casa de las Américas, de Cuba.

El éxito y la super difusión que tuvo el fenómeno del boom latinoamericano, vino acompañado de una serie de denuncias, agravios y polémicas. Una de ellas la generó el escritor Miguel Ángel Asturias, quien denunció públicamente que cien años de soledad, la afamada novela de Gabriel García Márquez, por la cual el colombiano ganó el premio Nobel de Literatura en 1982, era nada más y nada menos, que un plagio de “La Búsqueda de lo Absoluto” de Honore de Balzac.

Otro cortocircuito que hubo respecto al Boom latinoamericano fue que muchos de los escritores que participaban del movimiento rompieron vías de amistad con la revolución cubana, en 1959. Entre ellos, se pueden mencionar los argentinos Julio Cortazar o Jorge Luis Borges, el colombiano Oscar Collazos o el peruano Mario Vargas Llosa. Sobre el tema se hicieron hasta obras de análisis, como fue “Literatura en la Revolución y Revolución en la Literatura”, escrito por Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar.

En la actualidad sobreviven algunos de los grandes escritores que participaron del Boom Latinoamericano, uno de ellos, es el genial Gabriel Garcia Márquez quien hace mucho que no parece en público y hay quienes dicen que sufre del mal de alzheimer por lo que su esposa y su hermano manejan su vida y sus libros a su antojo.

Otro de los que formaron parte del boom, que aún vive, es el peruano Mario Vargas Llosa, quien además recibió el premio Nobel de Literatura en el año 2010 por una de sus novelas. Esta gran revolución literaria en los años 60, en siglo XX, sirvió para difundir la calidad e los autores latinoamericanos por el mundo.

Una frase de Gabriel García Márquez que creo refleja su modo de interpretar el lenguaje es: “En el diccionario de la Real Academia de la Lengua, en cambio, las palabras son admitidas cuando ya están a punto de morir, gastadas por el uso, y sus definiciones ígidas parecen colgadas de un clavo”.