“Las partículas elementales” de Michel Houellebecq

Michel Houellebecq es uno de los escritores más polémicos del siglo gracias a la composición de su prosa, de su narrativa y su obra ensayística. Con tan sólo 55 años se ha convertido en el escritor de fenómenos, de hecho gracias a sus obras se ha comenzado a debatir sobre el “fenómeno Houellebecq”. Con todo esto quiero decir que es un escritor muy polémico y muy presente en la crítica actual.
Entre sus obras más famosas se encuentran: “Las partículas elementales” (1998) con la que se ha ganado el reconocimiento de la crítica y de sus lectores, y su última novela titulada: “El mapa y el territorio” (2010). Lo interesante de estas novelas no es sólo su contenido y composición, sino que ambas han ganado premios y eso hace a la novela y al autor más prestigiosos y reconocidos. Los premios fueron para “Las partículas elementales” el Premio Novembre y ser finalista del Premio Goncourt, mientras que “El mapa y el territorio” ganó el Premio Goncourt.

El escritor francés Michel Houellebecq nació en una familia que al instante se desentendió de él por lo que pasó toda su infancia en la casa de su abuela paterna. Ese es el comienzo de la vida del escritor, imagínense a raíz de esas experiencias cómo fue viendo el mundo ese hombre. De hecho, Houellebecq utilizó su propia historia, su propia experiencia en sus obras y para mostrar y demostrar la monstruosidad humana. Pero el escritor francés no se quedó en escribir simplemente las desgracias humanas, por el contrario sus novelas se convirtieron en ecos eternos de debate sobre su escritura y hasta sobre su persona, lo que hacía que inevitablemente aumente su popularidad.
Pero el escritor también se convirtió en eje del debate al poner en boca de uno de sus personajes el odio al islam. Ese detalle se agravó cuando en una entrevista aseveró su “fobia” al Islam y se convirtió en un escritor muy polémico.

Así es como Michel Houellebecq deambula constantemente entre uno y otro extremo, entre el amor y el odio. A raíz de esa dicotomía me gustaría recomendarles una de sus mejores novelas titulada: “Las partículas elementales” publicada en el año 1999 por Anagrama.
La novela es su segunda novela y narra la historia de dos partículas, los hermanos Michel y Bruno. En esta novela el velo se corre y se comienza a vislumbrar el sexo, la fantasía, el egocentrismo, el narcicismo, las miserias humanas.
Michel es un científico filosófico, casado y asexuado. Bruno es, por el contrario, un profesor traumatizado gracias a un evento de su infancia y es un hombre muy sexuado, compulsivo, racista y rencoroso. Estos dos hombres tan distintos pero iguales son la representación de las dos caras de una misma moneda: la sociedad. Es decir que es la sociedad que describe y critica Houellebecq, la que se muestra en ambos personajes.

A cada personaje el escritor lo desgarra con su pluma, lo acecha, lo encierra y lo aprisiona en la cárcel de su mente. No los deja escapar ni un segundo ya que es constante las veces que el escritor nos va mostrando los puntos más débiles de estos personajes en un mundo débil, con decisiones débiles y encuentros débiles.
En cada momento que viven los personajes es un momento que vive la sociedad, nadie se escapa de las garras literarias de Michel Houellebecq, todos van a ser descriptos detalladamente gracias a esos dos personajes que se crearon para contar y mostrar la verdadera sociedad, la que ve y percibe el escritor.
Me resulta interesante, ahora, mostrarles cómo argumenta y reseña su novela el escritor:
"Toda sociedad tiene sus puntos débiles, sus llagas. Meted el dedo en la llaga y apretad bien fuerte (...) Hablad de la muerte y del olvido (...) Sed abyectos: seréis verdaderos.» Michel Houellebecq"

A continuación me gustaría compartir un fragmento de su novela "Las partículas elementales” porque creo que después de toda la introducción interesante irán a buscarla para leerla. Ya que es inevitable escaparle a las garras de Michel Houellebecq, él nos lleva y nos trasporta por las escenas más tremendas que pueda afrontar un ser humano y él lo hace parecer tan literario y real que uno inevitablemente puede dejar de leerlo. Por ello no le escapen, acérquense y lean.
“El humor no nos salva; no sirve prácticamente para nada. Uno puede enfrentarse a los acontecimientos de la vida con humor durante años, a veces muchos años, y en algunos casos puede mantener una actitud humorística casi hasta el final; pero la vida siempre nos rompe en corazón. Por mucho valor, sangre fría y humor que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acaba con el corazón destrozado. Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas ya sólo quedan la soledad, el frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte. "