Gracias a la producción del libro su autora, Graciela Fernandez Meijide, pudo elaborar un extenso y doloroso duelo para “despedirse finalmente de su hijo Pablo”, quien fue arrancado de su casa por una patota fuertemente armada en 1976, apenas cumplidos los 17 años. La autora, quien integró la CONADEP, comenzó a partir de ese fatídico hecho un largo transitar por los organismos de Derechos Humanos, cuyas vivencias plasma de manera pormenorizada en el contenido de la obra.
La CONADEP es el organismo de investigación que eligió el gobierno de Raúl Alfonsín para ocuparse de los desparecidos. Dijo Fernandez Meijide:
“La Conadep hizo un trabajo increíble. En nueve meses logró clasificar más de 9 mil testimonios y generó más de 2 mil causas para que ingresaran en la Justicia”
“Hoy con alegría se celebran los Juicios por la Verdad y la Justicia, yo digo que Justicia sí, verdad no, porque la única verdad de lo que pasó la tienen los militares”, dijo.
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