La familia de Pascual Duarte y su relación con la novela picaresca

Camilo José Cela nos dejó en La familia de Pascual Duarte una impactante novela, que rompió en su día los moldes de la narrativa de aquella época, en la que no abundaban los aspectos negativos de la vida y de la sociedad ni los temas escabrosos.

La obra, presentada como autobiografía del propio Pascual Duarte, que un transcriptor encuentra manuscrita en una farmacia de Almendralejo, narra en primera persona la vida y los actos de un condenado a muerte, que ante la proximidad de su castigo por medio del garrote vil, pretende dejar testimonio de su vida para tratar de justificar que la maldad no reside en él, sino que las circunstancias han sido las que le llevaron entre otras cosas a matar a su propia madre.

El hecho de que se justifique la narración de ese modo, y de crear la ilusión de documento encontrado, le acercan mucho al género histórico español de la novela picaresca, pero el rasgo común más salientable es la existencia de un narrador inculto el cual, tomando como base sus propias viviendas nos ofrece una aguda visión del mundo con interesantes y crudas reflexiones.

Biografía de Cela

Camilo José Cela nació en Iria Flavia, provincia de A Coruña, en 1916.

Comenzó la carrera universitaria de Medicina y posteriormente se matriculó en derecho pero no llegó a terminar ninguna de las dos.

Destaca su vertiente como novelista aunque también publicó un libro de poemas en 1945.

Se fue a vivir a Mallorca. Allí funda la revista titulada Papeles de armadans. El propio Cela estuvo 23 años al frente de la labor de director de la misma.

REcibió numerosos galardones a lo largo de su carrera entre los que destacan su ingreso en la Real Academia Española en el 57, el Premio Nacional de Literatura en el 84, el príncipe de Asturias en el 87 y finalmente el prestigioso premio Nobel en 1989.

Su carácter soez y sus salidas de tono caracterizaron muchos de sus actos públicos y distorsionaron un tanto la imagen personal del que fue sin duda uno de los más grandes exponentes de la literatura española y de la narrativa mundial.

Cela murió en Madrid en el año 2002, y en la actualidad, la que fue su casa de Iria Flavia se ha convertido en un museo abierto al público.

La verdad es que es una buena novela.

Se la califica de tremendista y realmente al leerla he comprendido que esa etiqueta se la ha ganado a pulso, a base de imágenes truculentas en las que no repara en dar todo tipo de detalles.

Ciertas partes del contenido son verdaderamente fuertes para la sensibilidad, pero Cela introduce unos toques de humor que suavizan la tensión de los hechos narrados y nos permite respirar un poco más tranquilos.


Me ha parecido muy bueno el juego de narradores que hace, con el transcriptor que encuentra el manuscrito en Extremadura y la voz del propio Pascual Duarte relatando los hechos desde el propio manuscrito.

Es un documento de época, y la inclusión del garrote vil me ha hecho reflexionar acerca de la pena de muerte, algo que hoy nos horroriza pero que hace no tanto tiempo todavía existía en España. (Donde además los juicios no eran muy transparentes).

Envío por cierto una anécdota referente a la publicación de esta novela que me ha venido ahora a la cabeza.

Cuando Cela terminó de escribir la obra, en el año 1941, se dispuso a elegir prologuista.

Pensó que Pío Baroja sería la persona idónea para llevar a cabo dicha tarea, y decidido a que así fuera se lo comunicó al propio Pío.

Pero éste, para sorpresa de Cela, lejos de aceptar el cometido lo rechazó con unas escuetas palabras que más tarde fueron de dominio público.

Esta fue la sentencia:

"No, mire, si usted quiere que le metan en la cárcel, vaya sólo, que para eso es joven"

La Familia de Pascual Duarte significa la inauguración de un género: El tremendismo.

La obra fue creada para degradar a la literatura triunfalista de por aquel entonces, describía a una sociedad casi color de rosa pese a la mala situación del país y los problemas políticos derivados de la dictadura franquista.

Cela propone con esta obra el acercamiento a la realidad mediante la no exclusión de nada, especialmente de lo desagradable lo violento y lo repulsivo.

De hecho quizá todo esto abunde más que el resto, pero es una respuesta a las modas imperantes de esos años en que lo malo se excluía de manera autmática de cualquier escrito que fuera a ser publicado por miedo a la represión de la censura. (Precisamente por su osadía la gente pensaba que Cela podría ser detenido tras publicar la obra, como bien nos dice Géminis 31/5 en su post anterior, lo cual para sorpresa de muchos, no llegó a suceder jamás y Cela pudo seguir deleitándonos con su posterior producción).