“El perfume: Historia de un asesino

Recuerdo como si fuera ayer el momento en el que me topé con éste maravilloso libro. Corría el año 2006 y yo había entrado a la universidad y deseaba poder encontrarme con alguna novela que cambie mi vida para siempre. Yo soy de esas personas que buscan cosas que lo cambien a uno y una de esas cosas es la literatura, permite el cambio.
En esa búsqueda se apareció en mi camino ésta novela de Patrick Suskind llamada: “El perfume: Historia de un asesino”. Claro que cuando leí el primer párrafo de la novela supe que iba a ser mi novela de cabecera para llevar a cabo mi cambio. Y así fue, luego de terminar de leerla supe que algo había cambiado en mí, las percepciones eran otras, los olores tenían más importancia y la soledad podía interpretarse de otra manera. Así fue como la novela empezó a formar parte de mi vida, gracias a una historia que si bien tiene un contenido sangriento también devela en el fondo una historia de amor y desolación.

La historia, en resumen, narra la historia, la vida, de Grenouille. Un niño nacido en Francia con una forma muy particular, desde niño era capaz de percibir los olores de una manera muy natural. Nacido de una madre que vendía pescados en la calle y abortaba a todos sus hijos. Grenouille nació para vivir y percibir el mundo desde otro lugar, con otro tacto, y por ende, con otro olfato.
Tal es así que el niño fue creciendo y absorbiendo cada vez más los olores, hasta que se empezó a obsesionar por el aroma femenino, ese que poseen las mujeres y que pocos hombres pueden percibir. Grenouille lo pudo percibir y lo quiso probar, poseer. Y esa obsesión lo convirtió en un ser capaz de asesinar para crear un perfume que nadie, jamás, había percibido, olido. No era un asesino de mujeres sino un buscador de aromas.
Ello, en resumidas palabras, cuenta la novela del alemán Patrick Suskind.

Recuerdo cuando la empecé a leer la novela “El perfume” de Patrick Suskind, no pude levantar en u par de días los ojos del libro, me atrapó como ningún otro libro me pudo atrapar. Construyó a mí alrededor mundos sensoriales que jamás creía poder ver y sentir. Toda su palabra, toda su escritura y su forma de retratar las imágenes sensoriales de la obra hacen que sea una de las mejores noveles de hace sólo algunos años. De hecho la obra de Patrick Suskind ha sido un bestseller y han llevado la novela a la pantalla grande. Es decir, que la novela no sólo ha sido una de las mejores novelas que he leído jamás sino que también tiene una versión en la pantalla grande aunque a mí no me ha gustado tanto, si bien refleja algunas cosas del libro no es lo mismo leer una novela que verla en el cine.

A continuación comparto el fragmento introductor de esta fantástica obra:
"En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata; las cocinas, a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilación apestaban a polvo enmohecido; los dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales...Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios...Y, como es natural, el hedor alcanzaba las máximas proporciones en París, porque París era la mayor ciudad de Francia. Y dentro de París había un lugar donde el hedor se convertía en infernal, entre la Rue aux Fers y la Rue de la Ferronerie, o sea, en el Cimetière de Innocents."