Barajas, de Alejandra Zina

Hoy quiero recomendar el libro Barajas, una novela de la escritora argentina Alejandra Zina. Siempre digo que durante el año, por el ritmo del trabajo y todas esas cosas es mejor en vez de leer una novela que demanda más tiempo de lectura, otra disposición y otro tipo de atención para la lectura, es mejor elegir una antología de cuentos, o una selección de crónicas, por ejemplo, uno puede dejar y retomar en el momento que quiera, de la misma manera que uno ve una serie y si vuelve a ver otro capítulo de la misma serie no es imprescindible la continuidad? Bueno, en este caso, la novela Barajas, de Alejandra Zina rompe con todos estos rituales y prejuicios porque, les digo y casi se loa firmo que quien la lea lo va a hacer con mucho vértigo y mucha agilidad sin necesidad de que sea una lectura que lleve demasiado tiempo, ya que el libro propone el vértigo desde sus primeras páginas.

Voy antes que nada, a contarles un poco acerca de Alejandra Zina, esta brillante y joven escritora nació en Buenos Aires en 1973, publicó libros de cuentos también la antología Erótica argentina, dirigió selecciones de relatos y es además, comentarista de libros en distintas revistas y diarios del país y del mundo, así que estamos hablando de una escritora reconocida y consumada.

La escritora es también la esposa de Leonardo Oyola, este escritor porteño cuyo último trabajo Kriptonita fue elegido como el mejor libro del 2011. Ahora volvamos al principio, sobre lo que les decía antes, de que es una novela que va a generar una lectura vertiginosa, es más, se va a leer volando porque la protagonista de esta novela es una azafata y la mayor parte de la trama transcurre en pleno vuelo y muy pero muy pocas páginas de esta historia lo hacen sobre tierra firme.

La protagonista de Barajas es Carolina Blanco, una azafata que es la encargada de llevar al lector con por un viaje dramático y por momentos delirante también. Es una tipa con muy pocas pulgas, con una personalidad muy fuerte, con romances por todo el mundo pero también con fracasos amorosos y de hecho, está divorciada del piloto que comanda el avión, cuyo destino es el aeropuerto de Barajas, en Madrid.

No le voy a contar mucho más acerca de esta historia, pero lo que si les digo es que se van a encontrar con personajes de todo tipo, donde esta azafata tiene que hacer de una suerte de psicóloga de cada uno de los pasajeros y hay un momento de inflexión muy importante en la novela cuando en la cabina el piloto y copiloto (esto lo tengo que decir es más fuerte que yo) sufren de una sobredosis de la pastillita azul, de viagra y esta azafata tiene que tomar una decisión que la convertirá o no en la gran heroína de esta historia.