Hijos y amantes

“Hijos y amantes” es una de las novelas escritas por el inglés D.H. Lawrence, la que fue publicada por primera vez en el año 1913, ocasión en la que no tuvo demasiada aceptación por parte de la crítica y de los lectores. Sin embargo, en el siglo XX estuvo catalogada, nada menos, como la novena mejor novela entre las cien del siglo XX.

El inglés produjo este trabajo en el momento en que su madre estaba travesando por el momento más crítico de una cruel enfermedad, lo que influyó en el autor para describir situaciones de angustias y dolor. Ene se período mantuvo cartas con amigas y amigos en las que escribió lo que sentía por su madre y por eso escribió: "Es una mujer lista, irónica, delicadamente moldeada". Este e suno de sus trabajos más reconocidos y por el que el escritor supo gozar del prestigio entre las editoriales, los lectores y sus colegas.

La novela sufrió largas y copiosas transformaciones desde que salió publicada por primera vez, pero los estudiosos de este autor aseguran que el primer manuscrito nunca fue hallado y piensan que se perdió por los momentos de estrés que el escritor vivía a causa de la enfermedad aguda que sufría su madre. Empero, uno de los últimos borradores sí fue encontrado y en este punto hay un quiebre en la vida de Lawrence, ya que su misma salud era ahora la que estaba dañada, y ello influyó en sobremanera en la creación de esta novela. En este tramo viajó a Europa y se casó con una mujer alemana, de buen pasar económico y mucho más joven que él.

El tercer manuscrito fue modificado por la editorial que lo compró, e incluso le cambió el nombre con el que actualmente se conoce a la novela, “Hijos y amantes”. Dijo el autor sobre este trabajo: “Es una gran tragedia y un gran libro que refleja la tragedia de miles de jóvenes en Inglaterra".

Gracias por compartir esto, SAndoka! He leído esta novela y te aseguro que me ha impactado ya que es una trama trágica y un tema sobre el que pocos se animan a hablar, y es, justamente, el papel y la figura de la madre que hace que nuestras vidas se sumerjan muchas veces en el abismo.

Dicen que Lawrence escribió y modificó “Hijos y amantes” en cuatro oportunidades ya que nunca quedaba conforme con el resultado. El primer nombre que eligió fue “Paul Morel”, aunque como bien has dicho, una editora lo quiso cambiar por “Hijos y amantes”. Lo que han ponderado de esta novela es el estilo que utiliza el autor para describir situaciones, sentimientos y algunos de los momentos más importantes de la vida de las personas, aunque tal vez el título (Hijos y amantes) hace que el lector se centre en la trama más que en el personaje tan particular y enfermizo que es Paul Morel.

La primera parte de “Hijos y amantes” cuenta sobre la vida de una joven quien pertenece a una familia de clase burguesa, intelectual y con gustos refinados llamada Gertrude Coppard. Esta muchacha conoce a un joven en una fiesta de Nochebuena y cae rendida en sus brazos, entregándose a la lujuria y la pasión.

Pasa el tiempo y la joven se casa con otro joven llamado Walter Morel, y ahí es que comienza a recordar su romance con el muchacho del baile, comprando a ambos hombres y restándole valor a cómo es su marido como amante. Comienzan a tener peleas domésticas y él opta por no regresar enseguida a su casa cuando sale del trabajo y pierde su tiempo en un bar. Más tarde se divorcian y ella vuelca su amor en uno de sus hijos varones: William, a quien el amor posesivo de su madre no le permite disfrutar de la vida.

Es así como William no sale de la casa, prácticamente, sin su madre. Su relación se ha vuelto muy apegada y hasta enfermiza, tanto que se enfrenta en varias ocasiones con su padre cuando éstos discuten. Finalmente, el hijo mayor viaja a Londres para buscar un mejor pasar y lo consigue. Lejos de su madre, William conoce a una joven y se compromete para casarse, aunque ella es un tanto frívola y eso no le gusta. Finalmente, el muchacho muere y su madre sufre mucho por la pérdida, aunque su fallecimiento le dará la oportunidad de volcar el amor en su segundo hijo varón: Paul.

Este niño no es como William y no acepta el amor enfermizo de su madre como lo hizo su hermano. Tanto hace la mujer que finalmente Paul cede ante el amor de su madre aunque lo que realmente quiere es conocer mujeres y entabla relación con Miriam, pero termina por no desenvolverse bien con esa relación ya que su madre le hace contínuos desplantes.

Tanto ha hecho la madre de Paul para que deje a Miriam, que al final termina haciéndolo y en la misma casa de su novia conoce a otra joven llamada Clara, quien tiene ideas sobre la reivindicación del género y se acaba de separar de su esposo. Pero la relación que lleva con su madre tampoco le permitirán que sea feliz con Clara y la deja.

En una extensa carta que escribió Lawrence acerca de esta obra, escribió algo que me gustaría compartir con ustedes, queridos foristas. Es un poco extensa, por lo que quizás me lleve algunas publicaciones de más. Dice así:

“Sigue esta idea: una mujer de carácter y refinamiento desciende a la clase baja, y no obtiene satisfacción en su propia vida. Ha sentido pasión por su esposo, de manera que sus hijos nacen de la pasión, y tiene montones de vitalidad. Pero cuando sus hijos crecen ella los toma como amantes — primero al mayor, y luego al segundo”.

Lawrence continúa escribiendo en la carta acerca de su novela:

“Estos hijos se ven "forzados" a la vida por su amor recíproco de su madre — forzados más y más. Pero cuando llegan a la masculinidad, no pueden amar, porque su madre es el poder más fuerte en sus vidas, y los retiene. Es como Goethe y su madre y Frau von Stein y Christiana — Tan pronto como los hombres jóvenes entran en contacto con las mujeres, hay una ruptura”.

Acerca de la aceptación de William,elprimer hijo varón, el autor de “Hijos y amantes” dijo:

“William le da su sexo a una frívola, y su madre retiene su alma. Pero la ruptura lo mata, porque él no sabe dónde está. El siguiente hijo consigue una mujer que lucha por su alma — combate a su madre. El hijo ama a su madre — todos los hijos odian y están celosos del padre. La batalla sigue adelante entre la madre y la muchacha, con el hijo como objeto”.

Evidentemente, estamos ante un caso de Edipo desplegado por Lawrence. Ya con el título nos damos cuenta de qué trata esta novela que si bien no cuenta con escenas de sexo explícitas entre la madre y los hijos, sí nos encontramos con otras situaciones fuertes y por momentos angustiantes.

El autor ha hecho con este libro un fascinante trabajo psicológico y sobre ello escribió:

“La madre gradualmente demuestra ser más fuerte, debido a los lazos de sangre. El hijo decide abandonar su alma en manos de su madre, y, como su hermano mayor va a por la pasión. Obtiene la pasión. Luego empieza de nuevo la ruptura. Pero, casi inconscientemente, la madre se da cuenta de lo que ocurre, y empieza a morir. El hijo aleja a su amante, atiende a la madre moribunda. Queda al final desnudo de todo, con la deriva hacia la muerte”.

Un aspecto particular para analizar y teener en cuenta sobre Lawrence, es que provenía de una clase trabajadora, ya que su padre se desempeñaba en una mina. Esto distaba o se contraponía a su sensibilidad y a los temas que abordaba en sus trabajos, sobre todo en “Hijos y amantes”. Él mismo dijo acerca de ello: “De algún modo vivía entre gente obrera, pero llevaba una vida distinta".

Respecto a la trascendencia que ha tenido este trabajo más allá de la literatura podemos citar a las adaptaciones al cine, ya que en varias oportunidades distintos directores lo hicieron. La primera ve fue en el año 1960, luego para la pantalla chica en 1981 y nuevamente para televisión en el 2006.

Cuestionada en su tiempo, analisada, revisionada y adaptada para otros formatos que no fueron los libros, esta novela sin dudas representa un eje de la narrativa del siglo XX.