"Confesiones de un joven novelista" Umberto Eco

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con vivir aquella intrigante aventura en la abadía de “El nombre de la rosa”? ¿Qué escritor novel ( o no tan novel) no ha soñado con escribir un pelotazo como el que facturó Umberto Eco en 1980? Pues bien, ahora lo tenemos un pelín más fácil. Lumen edita “Confesiones de un novelista”, obra con la que el escritor y filósofo italiano nos abre las puertas de su “cocina literaria”.

En esta obra, autocomplaciente, pero no por ello menos fascinante, podemos hacer un recorrido por la trayectoria literaria de Eco, a través de sus propias reflexiones sobre su método de trabajo, sus recursos, sus opiniones y obsesiones. Y sí, nos contará como se gestó “El nombre de la Rosa” y que supuso para su carrera posterior. Anécdotas deliciosas, auto-bombo, y mucha nostalgia para una obra a la que es difícil resistirse.

Muy buena pinta, sí señor. Soy una gran aficionada las obras de "cocina literaria" en la que los escritores nos enseñan sus ingredientes y los mejores métodos para conjugarlos. Umberto Eco marcó a toda una generación de lectores con "El nombre de la rosa", novela que puede ser criticable en algunos aspectos, pero que fue capaz de devolvernos a la magia de las abadías, y maravillarnos con toda la estética medieval. El propio Umberto cuenta, según creo recordar, que la gestación de la obra fue accidental y que no preparó nada, ya que se basó en una tesis propia sobre estética en La Edad Media. Aunque nunca se sabe, los grandes cocineros literarios siempre nos dan algunos de sus trucos, pero no todos, no vaya a ser que alguien sea capaz de preparar platos de superior calidad...

Pues precisamente hoy, si mis informaciones no son erróneas, ponen en la tele, concretamente en el canal 10, la película "El nombre de la rosa". A las 22h. Así que puede ser una buena manera de refrescar esta gran obra. No me avergüenzo en decir, que yo vi primero la película y me gustó mucho. La dirige Jean Jacques Annaud, y la protagoniza Sean Connery y un jovencísimo Christian Slater. Está producida en Alemania y tuvo mucho éxito en su época y logró agrandar aun más el mito de esta obra y, de paso, de Umberto Eco. Es de esas pelis que se agradece ver en Navidad, ya que me trae buenos recuerdos de mi infancia. De hecho creo recordar que esta peli la tengo grabada en un vhs de Tele 5, cuando aún era "tú cadena amiga" y había mamachicho y "Ay que calor" y todo aquello... :o Siempre quise ser ese aprendiz que encarna Slater y vagar por los pasillos de una biblioteca de una vieja abadía. La nostalgia navideña....