Tema: “Una sombra ya pronto serás” de Osvaldo Soriano

“Una sombra ya pronto serás” es verdaderamente delirante aunque está compuesta gracias a un contexto político, el de los 90 menemistas en el país. Y se narra en un espacio, La Pampa Argentina, un espacio en el que pareciera que el tiempo se detuvo y sólo hay largos caminos que no conducen a ningún lado. Seguro ello ha inspirado a nuestro autor a componer la novela.
El autor ha dicho lo siguiente sobre su novela, tal vez pueda esclarecernos un poco:
"Estaba trabajando en una historia sobre un espía argentino en París a principios de siglo cuando un día, cruzando la calle, tuve la visión de un tipo haciendo dedo al costado de una ruta desierta. Supe que era ingeniero en informática, un científico que podría ser útil para un país en crecimiento. Y que sus desventuras debían transcurrir, en medio del ajuste menemista, en esa Argentina que cae en todas las trampas de la historia, que sufre a todos los gobiernos después de creer en todas las promesas."

Osvaldo Soriano fue un gran periodista y escritor argentino que hizo obras referenciales ed la narrativa contemporánea de su país. Si bien muchas veces dijo que no le interesaba la literatura, fue un autor excelente y recibió siempre muy buenas críticas, tanto de la prensa como de sus lectores.

Soriano nació en la ciudad de Mar del plata pero cuando cumplió 26 años se instaló en Buenos Aires en donde comenzó a trabajar en el diario Primera Plana, uno de los periódicos que reclutaba a los intelectuales más notables de la década del 60 y 70. también fue colaborador de otros diarios como Panorama, Confirmado, El Eco de Tandil, Noticias y La Opinión. Se dedicaba en muchos de ellos a escribir las contratapas y hacer crónicas sobre partidos de fútbol, que era el deporte que más le gustaba, aunque los directores de las publicaciones no querían que hiciera deportes, ya que consideraba que era un desperdicio dada las condiciones que tenía.

La primera novela de Osvaldo Soriano se llamó Triste y solitario final, la cual salió en el año 1973, en medio de un ambiente teñido de alta convulsión política en la argentina. Esta versión fue traducida a una docena de idiomas. Cuando fue el golpe militar de 1976 en Argentina Osvaldo Soriano viajó a Bélgica y después a París. Volvió a su país en el año 1984, luego del retorno de la democracia.

Mientras vivió en Europa publicó otra novela, No habrá más penas ni olvido, la cual obtuvo el premio Oso de plata en el festival de Berlín y fue llevada al cine. Otros de sus libros fueron Cuarteles de invierno y A sus plantas rendido un león, las que junto a las dos anteriores fueron traducidas a una decena de idiomas. Soriano fue militante de partidos de izquierda y era, sobre todo, un bohemio por naturaleza a quien le llegaba la inspiración siempre de madrugada, por lo cual no era demasiado cumplidor en las redacciones.

El título de la primera novela de Osvaldo Soriano, Triste, solitario y final, estuvo inspirados en el libro El largo adiós, de Raymond Chandler, específicamente del párrafo que dice: "Hasta la vista amigo. No le digo adiós. Se lo dije cuando tenía algún significado. Se lo dije cuando era triste, solitario y final".

La mayoría de los analistas, periodistas culturales y críticos coincidieron que Triste y solitario final constituye una obra homenaje al género policial negro. La trama cuenta la historia de un detective (creación de Chandler) a quien contratan para investigar porqué olvidaron en Hollywood a los míticos personajes de ficción Laurel y Hardy.

El investigador, que es el alter ego de Soriano, baga por las calles de Estados Unidos en busca de pistas y entabla amistad con algunos de los personajes de Hollywood que quedaron marginados por el olvido, convirtiéndose él también en un marginado y olvidado.

La segunda novela que publicó Osvaldo Soriano fue No habrá más penas ni olvido la cual la lanzó estando en su exilio en Europa. Como en la primera, el título también esta inspirado en otra obra, en este caso, en un tango de Carlos Garden y Alfredo Lepera llamado Mi buenos aires querido: "Mi Buenos Aires querido/cuando yo te vuelva a ver/no habrá más penas ni olvido".

La trama de la novela es básicamente política, ya que cuenta los enfrentamientos internos en la ciudad de Colonia Vela entre los militantes peronistas de izquierda y los de derecha. Si bien la publicó en Europa, la escribió en Argentina antes de comenzar su exilio.

Soriano es muy critico con los movimientos políticos, la represión y la persecución a los militantes de izquierda en la época anterior a la dictadura militar, por lo cual decidió no publicarla para no ser blanco fácil de la Triple A o e los mismos militares que unos años después de 1973 tomaron el poder en Argentina.

Otra de las novelas de Osvaldo Soriano es Cuarteles de invierno, la cual publicó en el año 1980. También fue llevada al cine, al igual que No habrá más penas ni olvido. Del mismo modo que en la anterior historia, ésta también transcurre en la ciudad de Colonia Vela, pero ya durante la dictadura militar en Argentina de 1976.

En Colonia Vela hay un cantante de tangos llamado Andrés Galván, que ya ha entrado en sus últimos años como artista y está en tanta decadencia que ya no tiene contrataciones. De repente se hace amigo de un boxeador también en decadencia que se llama Tony Rocha. En ese contexto, está próxima a celebrarse la fiesta por el cumpleaños del pueblo y el gobierno está organizando una fiesta y contrata a estos dos seres que ya están dentro de lo marginal. El cantante deberá cantar tangos y el boxeador librar una pelea contra otro boxeador llamado Marcial Sepúlveda.

Osvaldo Soriano fue una persona muy querida dentro de los medios de comunicación y también del ambiente literario de toda Latinoamérica. Tras su muerte, el intelectual y escritor uruguayo Eduardo Galeano, le dedicó un texto llamado Adiós al amigo.
He conseguido la transcripción de una jugosa entrevista que le hciieron a Osvaldo Soriano, que comienza de la siguiente manera:

“Nací en Mar del Plata, en la calle Alvear, frente al viejo edificio de Obras Sanitarias, donde trabajaba mi padre. Fue justamente ahí donde empezó a trabajar para esa empresa, participando en la instalación de las cloacas. Tengo muchas fotos suyas de esa época. En Mar del Plata conoció a mi madre, allí se casaron y nací yo en 1943, un seis de enero de un calor espantoso, según mi madre, en lo que era al parecer una casilla de madera, y donde ahora hay un chalet muy elegante”.

A Osvaldo Soriano siempre le gusto hablar de su infancia, de sus padres y de cómo la personalidad de su madre lo marcó definitivamente en su carrera literaria. La entrevista al escritor argentino sigue de la siguiente manera:

“Mi madre era de Tandil, pero sus hermanos también trabajaban en Obras Sanitarias de Mar del Plata. Seguramente en alguna visita a sus hermanos habrá conocido a mi padre, aunque nunca me contaron demasiados detalles. En la única foto mía que conservo de Mar del Plata, tendré aproximadamente un año y medio y estoy sentadito en la playa, con un bombachón amarillo. Es una foto coloreada. Las fotos coloreadas de esa época estaban trabajadas con mucho cariño por artesanos, y tienen un encanto muy particular que no se puede comparar con las actuales. Cuando tenía tres años, nos fuimos a vivir a San Luis. Fíjese, del mar a la sierra, al desierto, al rumor. Porque San Luis era en ese tiempo una ciudad chata, con muy pocas calles asfaltadas”.