París era una fiesta, de Ernest Hemingway

Otra vez es la editorial Lumen quien acerca títulos de este gran escritor estadounidense nacido en 1899. En este caso, ha publicado a principios de 2013 París era una fiesta, un libro póstumo que fue lanzado por primera vez a tres años de que el autor decidiera quitarse la vida.

Esta obra quizás sea una de las más sentidas de este autor, ya que en ella da cuenta de los mejores años de su vida, de hecho, aquellos que hubo transitado en sus años jóvenes en Europa.

Hemingway disfruto mucho de sus primeros pasos como escritor cuando conoció a otros jóvenes autores como Scott Fitzgerald o Ezra Pound, con quienes integro el grupo al que se conoció como la “generación perdida”.

En París era una fiesta se podrá disfrutar de cómo Hemingway hace un verdadero canto a la amistad y también cómo describe con pasión a estos jóvenes escritores que incursionan en el mundo de la letras y que luego serían los máximos referentes de la literatura contemporánea.

Ernest Hemingway siempre fue un hombre sensible al entorno social y político, no sólo de su país, sino del mundo. La Primera Guerra mundial la pasó lejos de su país y un año después de que terminó volvió a los Estados Unidos en donde regresó a su labor de reportero en los medios en donde trabajaba antes de irse.

A su regreso, contrajo matrimonio co Elisa y en 1922 se mudaron a París, en donde nació su hijo mayor. Es en Francia que Hemingway comienza a frecuentar los círculos literarios europeos y estrechó lazos con el grupo que se conoció como “Generación perdida”.

Tuvo una intensa vida dedicada al estudio, sobre todo en Francia, país que fue escenario de los primeros esbozos literarios del autor estadounidense, entre los que se encuentran los libros “Tres relatos y diez poemas” y “En este mundo”, aunque o le iba muy bien en lo económico y tuvo que trabajar hasta de sparring de boxeo.

Otra vez la guerra y los conflictos vuelven a atormentar al escritor y la Segunda Guerra Mundial lo afectó igual o más que la primera. Intentó escribir una novela sobre el conflicto pero no la terminaría, lo que sí comenzó a escribir, en ese tiempo, fueron relatos que se remontaban a sus jóvenes años en Europa y realizó, con una serie de relatos magníficos que integraron el libro “Paris era una fiesta”.

La fatal decisión de terminar con su vida la tomó el 2 de julio de 1961, cuando se pegó un tiro. Hay quienes aseguran que el disparo fue accidental, porque Ernest Hemingway no dejó una carta de despedida, pero también otros dicen que es muy probable que se haya suicidado, puesto que padecía de depresión y en los últimos tiempos se lo notaba muy angustiado y nostálgico. Además, hacía un tiempo que los médicos le habían diagnosticado mal de Alzheimer, lo que tal vez influyó en la decisión.

Para continuar con este tema tan apasionante que es la vida de Ernest Hemingway, entonces podemos hablar de ¡Adiós a las armas”, una novela que cuenta una verdadera historia de amor y tragedias porque en el libro un soldado se enamora de una enfermera en una trama que transcurre en Italia, durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial.

Él mismo ha dicho en entrevistas que le han hecho, que “Adiós a las armas” es una novela casi autobiográfica, porque entre los muchos trabajos y profesiones que el escritor ha tenido, se encuentra el de voluntario en la guerra y fue allí que el estadounidense también tuvo un amorío con una enfermera.

La trama central de este libro gira en torno al dilema en que se ve inmerso en soldado, ya que al enamorarse tan perdidamente de la enfermera, desea con todas sus ansias no volver a pelear en la guerra y alejarse del campo de batalla.