“El misántropo” de Menandro

“El misántropo” del comediógrafo griego Menandro, es su primera y casi única obra completa.
Hace largos años se encontró, en Egipto, el papiro que contenía el texto completo de la comedia de Menandro titulada “El Dyskolos”. Según Maria Rico en su “Prólogo” a El misántropo de Menandro, el Papyrus Bodmer IV debió ser escrito en la primera mitad del siglo III d. C perteneciente seguro a algún romano culto conocedor de la comedia de Menandro y en donde se encontraban gran parte de las comedias de Menandro. Lamentablemente sólo llegó a nosotros, de manera completa, la comedia “El Dyskolos”.
El Misántropo, según la crítica, es una de las primeras obras de Menandro. Ya que la didascalia con la que se abre la comedia data del siglo 317-316 a. C:
“Esta comedia fue presentada en las Lenas del año 317 y obtuvo el premio. La representó el actor Aristódemo de Scafa. Tiene otro título: El misántropo”

La obra narra la historia de un hombre de muy mal carácter, de un misántropo, que forma parte central de la trama y en el desarrollo de la historia, ya que éste senex será la pieza fundamental y dramática de la obra.
La obra, en sí, narra la historia de Cnemón, el hombre “huraño y de mal genio, a quien la multitud no le gusta” , tal como lo describe el dios Pan en el prólogo de la obra. Es un hombre malhumorado, solitario y de muy mal carácter al que nadie se le puede acercar. De hecho, será el dios Pan, quien gracias a su poder de fecundidad y alegría, hará relucir en la figura de Cnemón, al final de la obra, la luz noble que poseía escondida en su misantropía el senex. Es decir que el dios logrará sacar a relucir la nobleza que todo ser humano lleva dentro.

La acción de la obra se desarrolla en el campo, en una casa situada al lado de un santuario al dios Pan y las Ninfas. Dicho dios no sólo es un dios con una fuerza superior que logra hacer feliz a los mortales sino que es el prologuista de la obra de Menandro, y es quien explica toda la situación que atravesará el viejo Cnemón a lo largo de la obra. Para la crítica dicha máscara prologuista no es otra que la del mismo poeta, que encarnado ahora en la figura de un dios, le cuenta a sus espectadores lo que sucederá a continuación en la obra que se representará.
La casa, que se vislumbra en la obra, es la del viejo Cnemón quien vive con su hija y una vieja criada. Desde el comienzo ya se lo describe como un ser desagradable a quien su mujer y el hijo de ésta Gorgias, lo han abandonado porque la convivencia ya se tornaba insoportable.

Pan, el gran dios y conocedor de la causa, es quien asume también el poder de unión, reúne sus fuerzas para que se conozca la hija de Cnemón con el joven rico de ciudad llamado Sóstrato. El joven, influenciado por el amor, decide obtener la mano de la joven y para ello se aproxima a la casa del viejo Cnemón.
Gorgias, el hermanastro de la joven, al enterarse de que un joven rico y ocioso pretende la mano de la joven, decide proteger el honor de su familia y enfrentar a aquel joven que se cree que con dinero va a poder comprar el amor de la joven. En dicho enfrentamiento, entre ambos jóvenes, Gorgias descubre que Sóstrato no es tan malo como parece, que puede haber una unión y convivencia entre ambos y de dicha relación surge una amistad y el compromiso de Gorgias de ayudarlo a Sóstrato a conseguir el casamiento con su hermanastra.

El senex no quiere saber nada acerca de la unión de Sóstrato con su hija, no sólo se niega si no que hecha a insultos al parásito de Sóstrato, Quéreas, y al joven mismo y a Gorgias cuando intentan convencerlo de una unión entre ambas familias.
Todo en la vida del viejo Cnemón seguía su tránsito de odio hacia los otros, de rechazo a los ritos religiosos, de maltratar a las personas que se acercaban a su casa, como Guetas y Sicón que se acercan a pedir unos utensillos para el rito que estaba por realizarse, es decir que hasta ese momento Cnemón era descripto y representado, a través de sus acciones, como un hombre malhumorado, un misántropo, hasta que cae a un pozo e inevitable necesitará de la ayuda de otro para salir.
Este punto, esta caída de Cnemón en un pozo, es según la crítica el climax de la comedia, ya que el hombre, quien representa la misantropía y el odio al otro, se verá solo y desamparado y necesitará para salir del pozo la ayuda de otros, de aquellos que odiaba hasta ese momento.