Mientras intentaba publicar sus cuentos en diarios y revistas Edgar Allan Poe vivía en extrema pobreza y decidió comenzar a trabajar como periodista aunque tuvo muchas dificultades al principio. Uno de los problemas con que se encontró fue que los editores estadounidenses preferían copiar obras de autores ingleses en lugar de pagar a sus conciudadanos por las suyas. Ahora, más fragmentos de Corazón delator:
“¡Pensar que estaba ahí, abriendo poco a poco la puerta, y que él ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos! Me reí entre dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque lo sentí moverse repentinamente en la cama, como si se sobresaltara. Ustedes pensarán que me eché hacia atrás... pero no. Su cuarto estaba tan negro como la pez, ya que el viejo cerraba completamente las persianas por miedo a los ladrones; yo sabía que le era imposible distinguir la abertura de la puerta, y seguí empujando suavemente, suavemente”.
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