Juan Miró, el pintor nacido en Palma de Mallorca, que quedó en la historia de las artes plásticas como uno de los precursores del surrealismo (aunque luego su estilo iría tomando otras vertientes), no sólo se destacó en la pintura sino que también fue autor de frases que lo identificaban, sobre todo, en su modo de ver la vida, el arte y la realidad, como por ejemplo:

Considero que para hacer algo en el mundo se ha de sentir amor al riesgo y a la aventura y, sobre todo, saber prescindir de eso que el pueblo y las familias burguesas llaman “porvenir”.

Una de sus principales preocupaciones era la creación con su pincel y acerca de ello escribió:

Cuando me coloco delante de un lienzo, no sé nunca lo que voy a hacer; y yo soy el primer sorprendido de lo que sale.

Su vida de artista transcurrió durante el gobierno de Franco, situación a la que no estaba ajeno, eso fue motivo de que el pintor expresara su sentir de esta manera:

Sin concordia no puede existir ni un estado bien gobernado ni una casa bien administrada.