Séneca fue uno de los más famosos entre los filósofos, escritores, políticos y oradores de la Roma del siglo IV a.C. Las "cartas morales a Lucilio" logran destacar su prosa y hacen de su obra una de las más famosas y representativas de su época. Estas cartas nos dan claridad e ideas sobre el vivir. Son una especie de guía moral, una lección de vida para purificar nuestra alma.
A continuación comparto algunos de los pensamientos que se encuentran en esas cartas, que dejaron a más de un lector reflexionando:

"Hoy vivo para mí, no sólo por voluntad mía, sino por razón del espectáculo que atrae a todos los importunos a la esferomaquia. Nadie se meterá en mi casa ni perturbará mi meditación, que esta misma confianza torna más audaz. No llamarán muchas veces a la puerta, ni se alzará muchas veces la cortina. Podré caminar por mí mismo y seguir mi propia ruta."

"¿De qué no se me podrá persuadir después de habérseme persuadido a navegar? Me lancé a una mar calmosa; a pesar de ello, en el cielo aparecían densas nubes negruzcas, de aquellas que casi siempre se resuelven en lluvia o viento, pero pensé que, a pesar de aquel tiempo y inseguro y amenazador, podría aun recorrer las escasas millas que separan..."

"El único bien es por lo tanto aquel que es sentido no sólo por el alma perfecta, sino también por la generosa y bien nacida"

"Los propios deseos llegan a morir, y entonces ya no resulta doloroso pasar necesidad de aquellas cosas que no deseas. Añade que no existe dolor que no tenga interrupciones o, en todo caso, alivios."

"Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti."

"No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas."

"¿Preguntas qué libertad? No temer a los hombres ni a los dioses, no desear nada deshonesto ni desmesurado, tener absoluta posesión de sí mismo: tesoro inestimable es hacerse dueño de nuestro propio ser. Consérvate bueno."