“El ser humano que quiere alcanzar la perfección debe mantener la serenidad y la calma, sin permitir que una pasión o un deseo circunstancial se entrometa en su espíritu.”
“¿Cómo es posible contemplar a un ser tan noble destruido por el dolor sin experimentar una profunda pena?”
“La naturaleza, nuestra madre, nuestra amiga, volvía hacia nosotros su rostro amenazante. Nos demostraba sencillamente que, aunque nos permitía asignarle leyes y someter sus poderes aparentes, ella, moviendo apenas un dedo, podía hacernos temblar.”
“La contemplación de la grandiosidad de la naturaleza siempre confirió nobleza a mis pensamientos, haciendo que olvidara las preocupaciones cotidianas.”
“Ten cuidado; pues no conozco el miedo y soy, por tanto, poderoso.”
“Ahora cada vida era una piedra preciosa, cada aliento humano encerraba mucho más valor que la más hermosa de las joyas talladas, y la disminución de almas que se producía día a día, hora a hora, sumía los corazones en la más profunda tristeza.”
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