Frases para el invierno

El invierno es una de las estaciones más frías del año pero también es la estación en la que los autores, cantantes y poetas realizan sus escritos. Se ve que los autores se concentran más encerrados en sus casas con el frío golpeando sus ventanas que en un día de verano de más de 40 grados. Sea como sea grandes escritores han elegido ésta fecha invernal para escribir sus mejores obras poéticas y literarias. Sin más preámbulos les compartiré algunas de las mejores frases dedicadas a ésta estación fría y literaria.

“A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.” (Johann Wolfgang Goethe)
“La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.” (Victor Hugo)
“El tesoro del hombre es su verde juventud; el resto de la vida es invierno y senectud.” (Pierre de Ronsard)

Más frases para celebrar ésta nueva estación: el invierno.

“Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.” (Heráclito de Efeso)
“La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte.” (Juan Pablo II)
“En las profundidades del invierno aprendí finalmente que había en mí un verano invencible.” (Albert Camus)
“La primavera del espíritu florece en invierno.” (Antonio Porchia)
“Era invierno; llegaste y fue verano. Cuando llegue el verano verdadero, ¿qué será de nosotros?” (Antonio Gala)
“Una ráfaga de invierno sin color para mostrar sin hojas para rasgar.” (Kawai Chigetsu)
“Si no tuviéramos el invierno, la primavera no sería tan agradable. Si no probáramos la adversidad, la prosperidad no sería tan agradable.” (Anne Bradstreet)

Más frases para pasar éste invierno rodeado de las mejores frases de grandes escritores, espero que les gusten y pasen una hermosa temporada invernal, fría y literaria:
“El amor es una flor de primavera entre dos personas que se desarrolla en verano y no se marchita en invierno. Aprovecha tus abriles y ama al hombre que te quiera, mira que el invierno es largo y corta la primavera.”(Salvador Rueda)
“Coge las flores del buen tiempo; que pronto llegara tu invierno. Con su propio rincón, junto a un ser querido que le escucha como usted me escucha ahora, ángel mío, con la boca y los ojos abiertos en una noche de invierno.” (Fiodor Mijailovich Dostoievski)
“En tiempo de siembra, aprende; en tiempo de cosecha, enseña: en invierno, goza.” (William Blake)
“En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante y detrás de cada noche viene una aurora sonriente.” (Khalil Gibran)

Más frases para disfrutar en éste invierno literario, poético y, por sobre todas las cosas, frío.

"Solo hay una forma de resistir el frío, estando contento de que haga frío" (Chartier, Emile Auguste)
"Considerando en frío, imparcialmente, que el hombre es triste, tose, y sin embargo se complace en su pecho colorado." (Vallejo, César)
"El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío."( Mann, Horace)
"El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío." Mauriac, François:
"El matrimonio, al contrario de la fiebre, comienza con calor y termina con frío." (Lichtenberg, Georg C)
"El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por linternas sordas que dirigen sobre ellos otros." (García Lorca, Federico)
"El amor es un verdadero acceso de fiebre, con la diferencia de que ésta comienza con frío y termina con ardor, mientras que el amor sigue el camino contrario." (Weber, Friedrich)

Y por último me gustaría compartirles éste gran poema “Jardín de invierno” de Pablo Neruda para celebrar éste invierno poético y literario.

Jardín de invierno

Llega el invierno. Espléndido dictado
me dan las lentas hojas
vestidas de silencio y amarillo.

Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno.

Creció el rumor del mundo en el follaje,
ardió después el trigo constelado
por flores rojas como quemaduras,
luego llegó el otoño a establecer
la escritura del vino:
todo pasó, fue cielo pasajero
la copa del estío,
y se apagó la nube navegante.

Yo esperé en el balcón tan enlutado,
como ayer con las yedras de mi infancia,
que la tierra extendiera
sus alas en mi amor deshabitado.

Yo supe que la rosa caería
y el hueso del durazno transitorio
volvería a dormir y a germinar:
y me embriagué con la copa del aire
hasta que todo el mar se hizo nocturno
y el arrebol se convirtió en ceniza.

La tierra vive ahora
tranquilizando su interrogatorio,
extendida la piel de su silencio.

Yo vuelvo a ser ahora
el taciturno que llegó de lejos
envuelto en lluvia fría y en campanas:
debo a la muerte pura de la tierra
la voluntad de mis germinaciones.