Frases y citas de Gilbert K. Chesterton

Hoy quisiera compartir con ustedes algunas frases célebres de este gran escritor que fue Gilbert K. Chesterton. Siempre ocurrente y un tanto sarcástico en su pensamiento, trató de mostrar en sus obras una suerte de oscuridad interior. Algunas de sus ocurrentes frases son

“La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo”.


“El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo”.


“En todo aquello que vale la pena de tener, incluso en el placer, hay un punto de dolor o de tedio que ha de ser sobrevivido para que el placer pueda revivir y resistir”.


“El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia”.


“Admiramos las cosas por motivos, pero las amamos sin motivos”.

Una de las primeras etapas de Gilbert K Chestetron estuvo influenciada por su tendencia a las ciencias oscuras. Esto quizás lo llevó a crear obras en las que las resoluciones al conflicto de las tramas no eren siempre las convencionales. Pero no sólo en su narrativa mostraba esta particularidad, sino que también lo hizo en su vida y lo reflejó en las siguientes frases ocurrentes:

“¿Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios”.

“Todos los educadores son absolutamente dogmáticos y autoritarios. No puede existir la educación libre, porque si dejáis a un niño libre no le educaréis”.


“Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción”.

“Hay algo que da esplendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina”.

Chesterton fue, además de escritor, periodista y hasta analista de economía. Fue uno de los creadores del distributismo y realizó trabajos de ensayo sobre el tema. Entre sus obras más destacadas, a mi humilde entender, está “EL hombre que fue jueves”. Pero no hay que olvidar que fue el creador de ese personaje tan peculiar que fue el Padre Brown.

Algunas de sus citas:

“Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa es en ella una maravilla”.

“El periodismo consiste esencialmente en decir 'lord Jones ha muerto' a gente que no sabía que lord Jones estaba vivo”.

“La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta”.

“No hay cínicos, no hay materialistas. Todo hombre es un idealista, sólo que sucede con demasiada frecuencia que tiene un ideal equivocado”.

“La sumisión a un hombre débil es disciplina. La sumisión a un hombre fuerte es sólo servilismo”.

El Padre Brown fue, sin dudas, la creación más referencial de Chesterton, este personaje era un sacerdote que buscaba resolver los enigmas de tramas de intrigas, pero no siempre eran por las vías “normales”. Casi siempre resolvía estos acertijos conociendo la mente de los sospechosos y así detectaba quien era el culpable.
Algunas de las frases del Padre Brown fueron:


“El divorcio es, en el mejor de los casos, un fracaso, y nos interesa mucho más buscar curar su causa que completar sus defectos”.

“Si de verdad vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo a toda costa”.

“El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas”.

“La humildad es una virtud tan práctica, que los hombres se figuran que debe ser un vicio”.

“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia”.

Chesterton también puede encuadrarse dentro de la figura de pensador, además que de la de escritor, ya que realizó trabajos de ensayos sobre diversos temas relacionados, sobre todo, con el comportamiento humano, la política y, sobre todo, la religión.

Otras de sus frases fueron:

“No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución”.

“Democracia significa gobierno por los que no tienen educación, y aristocracia significa gobierno por los mal educados”.


“La fatalidad no pesa sobre el hombre cada vez que hace algo; pero pesa sobre él, a menos que haga algo”.

También fue un defensor del matrimonio y de la familia y al respecto dijo:

“Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen”.

“Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcentines con nuestros pies?”.

Chesterton siempre fue muy especial y tenía una manía, casi obsesiva, de relacionar todo con religión. Utilizaba constantemente recursos estilísticos como las paradojas, con el propósito de dejar ejemplos concretos acerca del buen comportamiento de los hombres.

Sobre los milagros y la religión Gilbert Chesterton dijo:


“Mientras las cosas son realmente esperanzadoras, la esperanza es un nuevo halago vulgar: sólo cuando todo es desesperado la esperanza empieza a ser completamente una fuerza”.

“La iglesia nos pide que al entrar en ella nos quitemos el sombrero, no la cabeza”.

“Las vidas de los ricos son en el fondo tan aburridas y monótonas, sencillamente porque ellos pueden escoger lo que ha de sucederles. Están aburridos porque son omnipotentes... La cosa que mantiene la vida romántica y llena de ardientes posibilidades es la existencia de esas grandes limitaciones vulgares que nos obligan a todos a enfrentarnos a las cosas que no nos gustan o que no esperamos”.

Chesterton escribió relatos, novelas, críticas periodísticas ya demás fue un gran poeta. Llegó a retratar una historia en un poema extenso, siempre haciendo uso de su imaginación y extravagancia. Aquí comparto otras de sus citas y frases más ingeniosas:

“Lo más increíble de los milagros es que ocurren”.

“Loco no es el que ha perdido la razón, sino el que lo ha perdido todo, todo, menos la razón”.

“La madurez hace al hombre más espectador que autor de vida social”.

“Bebed porque sois felices, pero nunca porque seáis desgraciados”.

“Yo he conocido muchos matrimonios felices, pero ni uno solo compatible. Toda la mira del matrimonio es combatir durante el instante en que la incompatibilidad se hace indiscutible y sobrevivirlo”.

“A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro”.

“Los arquitectos lo saben todo sobre el estilo romántico, excepto como construirlo”.

Hay mucho más para saber de Gilbert K. Chesterton, sobre todo, acerca de su manera de pensar que siempre fue muy particular. Era una persona muy creyente y sostenía que ningún ser humano podía vivir sin creer en Dios y profesar la religión católica.

Entre algunas de sus frases podemos destacar:

“La fantasía nunca arrastra a la locura; lo que arrastra a la locura es precisamente la razón. Los poetas no se vuelven locos, pero sí los jugadores de ajedrez”.

“Hasta donde hemos perdido la creencia, hemos perdido la razón. Ambos tienen la misma condición autoritaria y primaria. Ambas constituyen métodos de prueba que, a su vez, no admiten ser probados. Y en el acto de aniquilar la idea de la autoridad divina, damos al traste con aquella autoridad humana de que no podemos dispensarnos ni aún para decir que dos y dos son cuatro”.

Algunos de los libros más emblemáticos de Gilbert K. Chesterton que tienen al Padre Brown como protagonista son “El hombre invisible”, “El maligno influjo de libro” y “El hombre que sabía demasiado”. En todos estos cuentos el escritor despliega al máximo su potencial de redactor de historias de intrigas. Más de las frases del escritor son:

“La idea que no trata de convertirse en palabra es una mala idea, y la palabra que no trata de convertirse en acción es una mala palabra”.

“El lógico desequilibrado se afana por aclararlo todo y todo lo vuelve confuso, misterioso. El místico, en cambio, consiente en que algo sea misterioso para que todo lo demás resulte explicable”.

“El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso”.

“El juego de ponerse límites a sí mismo es uno de los placeres secretos de la vida”.

Una de las curiosidades acerca de los libros de Gilbert K. Chesterton es que sus libros no han tenido muchas reediciones. De hecho, al mercado español algunas de sus obras llegaron poco antes de la primera mitad del siglo XX, por lo cual los lectores de habla hispana hemos accedido a su obra traducida a partir de esa fecha, lo cual es una pena. Sin embargo, a partir del año 2008 se han vuelto e imprimir estos trabajos que nos logran entretener al máximo. Algunas de las frases del escritor fueron:

“Es difícil dar una definición de la lealtad, pero quizás nos acercaremos a ella si la llamamos el sentimiento que nos guía en presencia de una obligación no definida”.

“La intolerancia puede ser definida aproximadamente como la indignación de los hombres que no tienen opiniones”.

“La finalidad de la vida es la apreciación: no tiene sentido no apreciar las cosas, y no tiene sentido poseer más cantidad de ellas, si no se las aprecia”.