Frases de El Principito

Quisiera compartir algunas frases de este maravillosa e inolvidable obra de Saint-Exupery, “El principito”, que apareció en 1943:

“Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí”.

En la conversación con el zorro, este animal le dice al niño del planeta B612:

“No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo. . .”.

Es una de las obras más vendidas de la historia de la literatura contemporánea. Próximo a cumplirse los 70 años de su primera aparición, sigue tan vigente como la primera vez. Tal vez porque dice cosas como ésta:

“Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin”.

El pequeño extraterrestre que habitaba en el espacio y hablaba con el zorro y con las estrellas, tuvo un carácter que llamaba a la reflexión del lector, quizás por ello ha tenido tanto éxito. Cuestionaba a los adultos pero era un libro escrito para el público adulto, lo que es muy significativo.

Algunas de sus citas son:

“A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar mariposas?, pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre?”.

El muchachito siempre opinaba y meditaba acerca de la actitud de los hombres y de las relaciones humanas, como por ejemplo:

“Conoces lo que tu vocación pesa en ti. Y si la traicionas, es a ti a quien desfiguras; pero sabes que tu verdad se hará lentamente, porque es nacimiento de árbol y no hallazgo de una fórmula”.

El autor de este libro, Saint-Exupéry, era aviador y escribió El principito en un momento crítico de su vida, mientras purgaba su exilio en Estados Unidos tras estar en la guerra con Francia. Delicado de salud y con una profunda depresión y angustia, escribió cosas como éstas:

“No me interesa aquel que haya conocido, llevado en litera, mil cimas de montañas y así observado mil paisajes porque,en primer lugar, no conocerá uno solo verdaderamente y, luego, porque mil paisajes no constituyen más que una partícula de polvo en la inmensidad del mundo”.

“Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta”.

“Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo de mar libre y ancho”.

El autor tomó parte de sus muchas experiencias como aviador en Asia y en Europa, para volcarlas en lo que luego se convertiría en un imparable éxito editorial a lo largo de las décadas, un éxito que mostraba frases que hablaban de la amistad, el amor y el diálogo.

“Di a cada uno: tienes razón. Porque tiene razón. Pero condúcelos más alto en su montaña; pues el esfuerzo de escalar, que rehusarían por ellos mismos, exige tanto de los músculos como del corazón. . .”.

“¿Cómo conocerán los hombres sus actos si no han escalado trabajosamente la montaña, en soledad, para trasmutarse en silencio?”.

“Una pila de piedras deja de ser una pila de piedras en el momento en que un solo hombre la contempla, concibiendo por dentro la imagen de una catedral”.

Saint-Exupery murió joven y no conoció el éxito y reconocimiento mundial de su libro. En la actualidad, sus familiares viajan por el mundo para que las nuevas generaciones de los lugares más recónditos, conozcan este bello libro.