Tema: Frases de Vinicius de Moraes

Vinicius de Moraes fue un hombre prolífico. Trabajó en el Ministerio de Relaciones Internacionales de Brasil durante casi 20 años, aunque tuvo que abandonar su trabajo porque no se llevaba bien con su vida de artista. Era trasnochador y muchas veces no podía cumplir con sus deberes de funcionario. Pero siempre estuvo la poesía y la música primero. Quisiera compartir más frases del gran Vinicius de Moraes:

“Ocurre que detesto todo lo que oprime al hombre, incluso la corbata”.

“Ahora bien, es notorio que un diplomático es un hombre que usa corbata. Dentro de la diplomacia hice buenos amigos hasta hoy en día. Después se produjo otro hecho: las raíces y la sangre hablaron más fuerte”.

“No comprendo al hombre que no regresa a sus fuentes para llegar o por lo menos aproximarse al conocimiento de sí mismo”.

“Eso de la calma en la pasión. Pero quisiera alcanzar una capacidad tal de amar que pudiera ser útil a mis semejantes”.

La adicción de Vinicius de Moraes al alcohol lo llevó a estar muy mal de salud. Su muerte, que tal vez podría haberse evitado, ocurrió la madrugada del 9 de julio de 1980 mientras estaba en la bañera, un lugar en el que Vincius de Moraes solía escribir sus versos, con una tablita, sentado en la bañera. Aquí les dejo más reflexiones del gran compositor brasileño:

“Mi poema es en dos líneas: usted escriba una palabra sobre otra porque es un verso”.

“Mis mayores emociones fueron las ligadas al amor. Los nacimientos de los hijos, las primeras posesiones y los últimos adioses”.

“Si la felicidad existe, yo sólo soy feliz en cuanto me quemo y cuando una persona se quema no es feliz. La propia felicidad es dolorosa”.

“Yo todavía creo que el amor que construí para la eternidad es el amor pasión, el más precario, el más peligroso, ciertamente el más doloroso. Ese amor es el único que tiene la dimensión de infinito”.