Más de una vez hemos visto que el cine, el séptimo entre todas las artes, reproduce los libros más famosos de los últimos tiempos.
Una de las últimas reproducciones literarias al cine fueron las sagas “Harry Potter” de J. K. Rowling, así como también, “El señor de los anillos” de J. R. R. Tolkien, ambas sagas novelescas fueron recibidas por un entusiasmado público que llevo a la categoría de Best-Seller a cada una de las novelas de esos autores. Y a raíz de ello me pregunto: ¿Toda la literatura está hecha para ser leída o para ser vista? ¿Y acaso, no será que el cine le permitió al público adentrarse al mundo de la literatura a través del cine? Porque mal no recuerdo, muchos de los niños, jóvenes o adultos que vieron “El señor de los anillos” o “Harry Potter” han agotado todas las ediciones en las librerías. Con esto quiero decir, que claro que los libros son para leer y las películas para mirar, pero eso es una idea que se ha ido degenerando con el pasar de los tiempos y con el avance de las nuevas tecnologías. En estos nuevos tiempos modernos podemos ver un libro en una película pero jamás va a llenarnos ni a emocionarnos como cuando los tenemos en nuestras manos, cuando no los dejamos escapar, cuando ya forman parte de nuestra vida y cuando podemos leerlo solos en nuestra paz, ya sea en la oscuridad de la noche o en el atardecer del día. Pero eso no quita que muchos lectores hayan ingresado al mundo de la literatura a través del cine y eso es una noticia para celebrar.