El maestre del suspense

Número 13 fue la primera película en la que participó el renombrado y considerado maestro del suspenso, Alfred Hitchcock. La rodó en el año 1922 y contó con el aval de la productora Gainsborough. Una particularidad de este filme es que nunca lo terminó, por lo que tampoco lo estrenó al público. Dicen los estudiosos y cinéfilos que siguen su obra, que este material fue destruido por los productores.

Otra de las películas de Hitchcock de la que tampoco quedaron rastros es El águila en la montaña, en 1926. De esta tampoco se recuperaron las copias. Si bien él consideró que el filme no era demasiado bueno y que era mejor que se hubiera perdido, su pérdida despertó curiosidad entre los fanáticos de su obra. Dicen que ya desde sus inicios Hitchcock tenía ese sello que los distinguiría de por vida, que era el juego y la innovación con las cámaras.

El tercer filme mudo que rodó Alfred Hitchcock fue El inquilino, también conocido en España como El enemigo de las rubias. El guión está basado en una novela de Marie Belloc Lowndes y habla sobre los crímenes cometidos por Jack el destripador.

Lownes publicó el relato en el año 1911 y en él describió todos los crímenes que cometió el asesino serial en Inglaterra. La historia comienza en el apartamento de una pareja de ancianos que llevan una vida apacible, pero de pronto comienzan a notar que su vecino tiene costumbres un tanto extrañas y que llega tarde a su casa mientras que en la calle ocurren asesinatos macabros.

Este vecino es un estudiante de veterinaria y termina internado en un hospital para enfermos mentales, ya que lo acusan de haber cometidos los crímenes horrendos. Su autora dijo que basó su relato en una historia que había escuchado en la calle, y que ya era un mito en Inglaterra.