Ocho milímetros y la perversión
Ocho milímetros cuenta la historia de un detective que es contratado por la viuda de un millonario para revelar la verdad acerca de una película encontrada en la caja fuerte del difunto. El filme muestra a un hombre enmascarado violentando y apuñalando a una joven, que luego se sabe ha sido declarada desaparecida. El detective se va introduciendo en el mundo del cine marginal, primero a través de Max California (Joaquin Phoenix), un vendedor de películas pornográficas, y luego a través de un director y productor muy excéntrico, llamado Dino Velvet (Peter Stormare), hasta que llega a desenmascarar el mundo ilegal del snuff.
La película está inmersa en el mundo de la pornografía, ese laberinto oscuro y clandestino. Ese mundo que hay q respetar, y que no se puede traicionar, como hacia referencia Max en la escena en la que Tom compra películas en un local de pornografías y le pregunta a Max que libro leía en verdad (simulaba leer un ejemplar obsceno, aunque en realidad leía una novela) a lo que le responde que si lo descubren: “Me echarían a patadas del sindicatos de pornógrafos, y ¿qué sería de mi?”