Cuántas veces hemos pensado, o mejor dicho deseado, estar en una isla desierta. Cuántas veces nos han preguntado: “qué te llevarías en el caso de irte a una isla desierta” y nosotros hemos contestado, más de una vez, miles de cosas, desde libros hasta música, computadoras, etc. Estas preguntas invadieron gran parte de nuestra niñez o adolescencia. Son preguntas clásicas que se le hacen a cualquier niño o niña, sobre todo, luego de leer ciertas novelas de aventura.
Hago ésta introducción porque me parece clave hablar sobre una isla desierta y que llevaríamos, ya que si en el caso de preguntarme a mí que libro me llevaría, no dudaría en decir: Robinson Crusoe de Daniel Defoe. Porque es una especie de biblia para el sobreviviente insular.
La novela tiene como título original, prácticamente, el argumento de la novela, nos cuenta Defoe: “La vida e increíbles aventuras de Robinson Crusoe, de York, marinero, quien vivió ocho y veinte años completamente solo en una isla deshabitada en las Costas de América, cerca de la Desembocadura del Gran Río Orinoco; Habiendo sido arrastrado a la orilla tras un Naufragio, en el cual todos los Hombres murieron menos él. Con una Explicación de cómo al final fue insólitamente liberado por Piratas. Escrito por él mismo.”
Verdaderamente, eso es lo que le sucede a Robinson Crusoe. Pero en vez de anclar mi bote a la mera historia del libro, me gustaría anclarme mejor en lo que significa Robinson Crusoe y la importancia de sobrevivir en una isla tantos años.
El libro de Defoe es una obra clásica de la literatura mundial, pero es también la obra clásica del colonialismo británico. Lo único fascinante de la novela es como él organiza su vida en la isla, y que uno debe recordar en el caso de que en un futuro se encuentre, de repente, sólo en una isla desierta.
Sinceramente, eso es lo único rescatable porque en sí la novela cuenta, tristemente, la vida de un especie de “colonialista” que llega a una isla que él cree desierta y cuando se encuentra en presencia de aquel temido “otro-exótico” decide educarlo y enseñarle todo su saber, mostrando, así, no solo una postura colonialista sino imperialista llevando la bandera del cristianismo como única manifestación posible.
Igual, luego de lo dicho, no me llevaría de ninguna manera el libro de Defoe. Pero si acaso me preguntaras que me llevaría te diría: Un cuchillo, música, cigarros y alcohol.
¿Y tú que te llevarías en el caso de aventurarte a la selva completamente sólo?