“La historia interminable” de Michael Ende

“Die unendliche Geschichte” (La historia interminable) es la novela fantástica del escritor alemán Michael Ende. La obra se ha publicado en el año 1979 y luego de esa primera publicación se convirtió en una de las novelas fantásticas más importantes de la época, de hecho no sólo ha llegado a ser un bestseller sino que ha sido recreada más de una vez en el cine y traducida a más de 36 lenguas. Es decir que si bien es una novela muy contemporánea desde su publicación se ha convertido en un clásico juvenil, una obra que todos los jóvenes debían tener y leer.
Entre princesas, héroes y dragones el escritor nos permite ingresar a aquel mundo de fantasía a partir de un niño llamado Bastián, ávido lector, quien nos permite recorrer los dos mundos, el de la fantasía y el real. El será el protagonista y nuestro Virgilio real y fantástico.

Bastián, el protagonista de la novela fantástica, es quien engendra el papel del Virgilio, es decir, del que nos toma de la mano y nos permite deambular entre el mundo real y el mundo fantástico.
La historia comienza cuando el niño ingresa a una librería de libros viejos y le cuenta al librero las feas experiencias que estaba viviendo en su colegio, sus compañeros de curso se burlaban y el no la estaba pasando bien. En un momento de distracción del librero el niño Bastián toma un libro cuyo título era “La historia interminable” y a partir de allí comienza la aventura.
Ya de vuelta en el colegio el niño se esconde y abre el libro, allí lee que “Fantasía” la ciudad que se describe en el libro está viviendo un delicado momento ya que la ciudad está desapareciendo. Así Bastián será quien reconstruya la ciudad con la ayuda de fantásticos personajes que aparecerán para salvar, también, su ciudad.

“La historia interminable”, como podemos observar, es una gran obra que pone de manifiesto varias cuestiones, como por ejemplo, el mundo real y el mundo fantástico y la capacidad que tiene un niño de regenerar un mundo que estaba desapareciendo. Es un libro muy interesante para leer, es sin duda una obra fantástica, pero como sabemos toda fantasía oculta una verdad y tal vez deberíamos ser capaces, luego de leer la novela, de encontrar paralelismos con la realidad. Ya que la época en la que se publica da cuenta de varios cambios sociales, políticos y económicos y si “Fantasía” estaba desapareciendo seguro, en el mundo real, también había ciudades que estaban desapareciendo. ¿Qué quiero decir con esto se preguntaran? Lo que quiero decir es que muchas veces leemos libros de fantasía creyendo en una irrealidad fantástica pero siempre esos libros engendran una verdad y una realidad que hace posible que reflexionemos sobre varias cuestiones, como por ejemplo la vida social, las ciudades y el bienestar humano.

Muchas veces hemos leído que la fantasía sirve para extraernos del mundo real y construir una nueva realidad con toda la fantasía necesaria para hacer de nuestra realidad una realidad mejor. Yo más de una vez he escuchado eso, sobre todo cuando lo dicen los fanáticos de libros de fantasía. A mí me ha ocurrido algo particular con los libros de fantasía, nunca me han gustado, realmente los he rechazado. No me gustaba para nada leer un libro invadido de animales fantásticos, reinas y princesas, sumergidos en un mundo completamente irreal pero donde ocurrían cosas pertenecientes al mundo real.
En mí interminable rechazo seguía sin querer saber nada de los libros de fantasía, hasta que mi mamá me regaló una vez un libro llamado “Fantasía” y luego de leerlo dije bueno voy a darle una oportunidad. Y sin lugar a dudas debemos poder abrir nuestra mente y dejarnos influenciar por fuerzas sobrenaturales del mundo de la fantasía.

A continuación, y luego de todo lo dicho, me gustaría compartirles un fragmento de la obra “La historia interminable” para que observen aquel mundo fantástico que nos hace descubrir el niño y el escritor.
"Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa... o de la botella. Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego de azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse."

El escritor Michel Ende, antes de morir, ha dado una entrevista a un reconocido diario y ha hablado de la construcción de su personaje y de su obra. Y me parece muy interesante prestarle atención a lo que dice el escritor para entender aún más el mundo fantástico que nos narra y los personajes que pone en escena.
En palabras del autor: “No oculto que al escribir La historia interminable intenté enlazar con ciertas ideas del romanticismo alemán. No fue por dar marcha atrás, sino porque en dicho movimiento abortado hay semillas que necesitan germinar. Desde Newton nos hallamos cruelmente divididos en dos mundos: el de los objetos, llamado real, y el supuestamente ilusorio del yo. Para no seguir siendo un extraño, el hombre debe aprender de nuevo, como Goethe, a llamar de tú a la Luna.”
Interesante como el escritor señala la necesidad de hablar de dos mundos, justo lo que señale en un comentario anterior.

Otro de los momentos más importantes de la entrevista es cuando el escritor habla de su obra “La historia interminable” y hace la distinción entre realidad y fantasía y también el papel del niño Bastián, del héroe, en la obra.
Es muy interesante como el escritor señala que para alcanzar la fantasía hay que atravesar la realidad, y para ello cita a Dante quien antes de llegar al paraíso debe pasar por el infierno. Y en ese ejemplo Michael Ende encuentra la significación de su relato. Hay que atravesar mundos fantásticos para entender nuestro mundo real o, como diría Dante, para llegar, alcanzar, nuestro mundo real, aquel paraíso dantesco.
Veamos a continuación las palabras del autor: "Para llegar al paraíso, Dante, en su Divina comedia, comienza pasando por el infierno. Para descubrir las Indias, Cristóbal Colón levó anclas en dirección a América. Para encontrar la realidad hay que hacer lo mismo: darle la espalda y pasar por lo fantástico..."

y continúa: “Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse, a sí mismo, Bastián debe primero abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado. Sin embargo, hay siempre. un riesgo cuando se realiza tal periplo; entre la realidad y lo fantástico existe, en efecto, un sutil equilibrio que no debe perturbarse: separado de lo real, lo fantástico pierde también su contenido. Eso lo aprende Bastián a su paso por la ciudad de los emperadores destronados. Al haber perdido hasta el recuerdo del mundo real, los habitantes de dicha ciudad del absurdo se ven obligados a desparramar al azar las letras del alfabeto durante todo el año, esperando que, en el transcurso de la eternidad, acaben por aparecer todos los libros del mundo, entre los que se encuentra, claro está, La historia interminable."