Retirarse para que el otro sea. Ser fiel. No te soy fiel por vos, ni por mí, ni por nosotros. Te soy fiel porque sí, por el qué, por la pregunta que no cierra, por el abismo en el que todo cae. Te soy fiel porque no creo, o porque creo más allá de la creencia: creo en lo que trasciende todo sistema de creencia. Te soy fiel porque no hay sentido, porque no hay promesa, porque no hay mejora. Te soy fiel porque al final no hay final y mientras caemos tu voz, tu manifiesto, tus muertos, me miman. La fidelidad es un exceso de amor, pero el amor no existe. Como no existe nada en la forma de aquello que con su presencia nos enclava en nuestro ser. Ser fiel es amar más allá del amor. Por eso, te soy fiel. No me soy fiel, sino que te soy fiel.
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