Tema: MArio Puzo, cine y literatura

Mario Puzo tenía como hobbie jugar al tenis, también era muy atraído por el juego, mas precisamente asistía a los casinos de Las Vegas. Puzo en sus obras, siempre nombraba al catolicismo, aunque él públicamente negaba creer en Dios o en los pergaminos de la iglesia apostólica romana, pero si en la bondad de las personas.

Él dijo alguna vez, que su plenitud se basaba en tener una buena alimentación diaria, jugar tenis, concurrir a casinos y apostar o simplemente mirar el techo de su casa durante horas o escribir. A Puzo nunca le atrajo el crimen, es más para él su personaje principal en El Padrino, Don Corleone era un personaje “nefasto” según sus propios dichos. Mientras que también señalaba que la mafia que presentaba en su obra, era una imagen romántica del mundo criminal real. También es recordado por su frase “Si hubiera estado en la mafia, jamás habría tenido que escribir”.

Mario Puzo pensaba, que para entender a el origen del mal, la justicia no debería faltar en ningún ámbito de la sociedad, y por ello estaba decepcionado de cómo se desenvolvía la justicia en EE UU, en donde para él, la justicia resguarda el bienestar de los criminales adinerados que el de la verdadera gente común.

La última novela escrita por Mario Puzo fue Los Borgia, publicada en el año 2001 por la editorial ReganBook. Esta novela la escribió en conjunto de su asistente personal y compañera Carol Gino y su amigo el historiador Bertram Fields. El libro cuenta un hecho histórico, ocurrido en la época del Renacimiento, en el que habla de la vida del Cardenal Rodrigo Borgia y su familia. Trata de las vanidades, amores y la ambición del Papa Alejandro VI y toda su familia mas precisamente de César, Lucrecia, Juan y Jofre.

La novela el padrino, de Mario Puzo fue llevada al cine en el año 1972. con dirección de Francis Ford Coppola, está catalogada como una de las películas más brillantes de la historia del cine universal.

El film, como en la novela, cuenta la vida del mafioso Vito Corleone, quien integra una de las familias que manejan lo que se conoció como “la cosa Nostra” en Nueva York durante los años 40, en el siglo X, tiempo que fue considerado como la época de apogeo de la mafia. Entre los grandes actores que la interpretaron estuvieron Marlon Brando, que hizo de Vito Corleone, Al Pacino, James Caan y Robert Duvall, entre otros grandes del cine. El presupuesto del rodaje del filme fue de seis millones y la película llegó a ganar más de 245 millones de dólares. Ese filme fue el puntapié de una trilogía que haría famoso al personaje de la mafia. La saga es una de las más afamadas y brillantes del cine del mundo.

Algo curioso sucedió en los inicios del proyecto que llevaría la novela de Mario Puzo al cine, ya que los directores no querían hacerla porque temían a tener un fracaso como otras películas de corte similar. Es por ello que decidieron que los protagonistas del filme estuvieran interpretados por actores ítalo americanos, con el fin de darle mayor credibilidad a la lucha entre mafias.

El anuncio de que iban a ser protagonistas ítalo americanos causó un revuelo inusitado en el ambiente y aparecieron las posturas opositoras de la Liga de los Derechos Civiles de los Italo americanos. Llevando la cosa a un extremo tal que hasta hubo amenazas de bombas durante la filmación si el proyecto se llevaba adelante. Aunque luego de varios encuentros entre las partes involucradas, llegaron a un acuerdo y el filme ya tuvo día y hora para el comienzo de su rodaje. Imaginemos e lo que se hubiera perdido el cine de no poderse filmar nada menos que El padrino…

La película el padrino comenzó a rodarse el día 23 de marzo del año 1971. Su director pidió a la productora unos 80 días y le concedieron tres más, aunque el filme terminó de hacerse en 77 días. Ya desde el vamos comenzaron los problemas entre Coppola y la productora, ya que el director quería filmarla en Nueva York, pero para ambientar las escenas en Italia el presupuesto subía considerablemente.


La cosa no quedó ahí, sino que fueron acusados de pedir a la mafia colaboración, pagándoles sumas de dinero extras por esas consultorías.

Algunas filmaciones, sobre todo las que correspondieron a las escenas de la familia Corleone en su casa, fueron hechas en Staten Island, aunque los vecinos del lugar no quisieron formar parte de la filmación porque decían que la película hacía alarde de la mafia. Otras escenas importantes, como lo es el asesinato de Sony, se tomó en el aeródromo de Long Island. Los edificios fueron ocultados por el director con grandes carteles de publicidad.

Mario Puzo trabajó junto con Coppola en la confección del guión. El autor del libro quería que no dejara afuera ninguno de los sucesos más trascendentales de la novela, por lo cual usó una singular técnica. Arrancó las partes más importantes y las pegó en un cuaderno de notas, así al director no se le pasaría por alto ninguna.

Coppola decidió no contar las tramas secundarias, como también no contar acerca de la historia de cada uno de los personajes lo que dejaba en la oscuridad cuáles eran los intereses personales de cada uno de ellos. Una vez que estuvo terminado el guión, el autor lo leyó y se dio cuenta que era una historia que estaba atravesada por la tragedia, por lo que tanto el como el director, optaron hacer hincapie en esa parte de la historia, lo que llevaría a la fama, sin lugar a dudas, a esta gran película.

Cuando parecía que todo iba sobre rieles, hubo problemas por el reparto y la elección de los actores que protagonizarían la película El padrino, en especial cuando Mario Puzo y Coppola se decidieron por el controvertido y excéntrico actor Marlon Brando. El por entonces joven director se negó a que rechazaran a Brando y hasta amenazó con abandonar la película si la productora se negaba a contratarlo.

Ante la insistencia de Coppola y Puzo, el sello Paramount uso algunos puntos en claro con el prpósito de ponerle límites a los excesos a los que estaba acostumbrado el actor durante las filmaciones. De este modo, el actor no iba a tener sueldo sino que sería parte de las ganancias del filme. Por otra parte, cualquier exceso de presupuesto ocasionado por sus actitudes de super estrella debería ser pagados por Puzo y Coppola. Además, Marlon Brando tendría que audicionar, lo que nunca le gustó hacer y cuando lo hizo los productores quedaron encantados.