Vida y obra de Marcel Proust

Marcel Proust fue uno de los grandes escritores franceses del siglo XIX, que sirvió de inspiración a otros grandes escritores. Fue autor, entre otras magníficas obras, de la legendaria novela “En busca del tiempo perdido”. Más allá e sus libros, que constituyen todo un legado de lo que fue la literatura europea de su siglo, la vida del francés fue sin dudas muy intensa y digna de contar.

El padre de Marcel Proust fue un famoso y destacado médico epidemiólogo de Francia que realizó muchas investigaciones acerca de las afecciones de comienzos del siglo XX. Por parte de su familia materna, el escritor tenía ascendencia judía. Cuando solo tenía nueve años padeció un agudo ataque de asma, lo que lo llevó a tener una vida diferente a los demás niños, sobre todo en el colegio, ya que se veía limitado para hacer ejercicios físicos y participar de los tradicionales juegos de los recreos.

Los acercamientos de Marcel Proust a la literatura fueron cuando el tenía 17 años, de la mano de unas damas burguesas que lo contactaron con otros intelectuales. Así fue que conoció al hijo de Alexander Dumas o a Víctor Brochard. Sería, según cuenta su biografía, la etapa que lo marcó en su vida como literato. Otro de los puntos que fueron un hito en su vida fue cuando conoció a Montesquiou, un poeta gay por el cual Proust se sintió deslumbrado intelectualmente.

Una de las `primeras novelas escritas por Marcel Proust fue en 1895, titulada Jean Santill, aunque paradójicamente se publicó por primera (y única vez) en el año 1952. en tanto, la primera que publicó en 1896 y se llamó Los placeres y los días.
El francés llevaba una vida social con muchos contratiempos y ocupaciones hasta que conoce a un inglés que le hace ver las cosas de otra manera. El hombre se llamaba John Ruskin y también era escritor.

Ayudado por su familia, especialmente por su madre que hablaba muy bien inglés, Marcel Proust empezó con la traducción al francés de la obra de John Ruskin cuando él murió. Otra de las pérdidas que sufrió Proust fue la muerte de sus padres en el año 1905, momento en que su salud también comenzó a afectarse, sumado a que el hecho le había afectado emocionalmente. Ante esta situación, el francés eligió por encerrarse en su casa de París, en donde, además, mandó a que revistieran las paredes con alcornoque para no sentir los ruidos del exterior y viceversa.

Tampco el autor salía hacer compras o a caminar por la calle y se servía de un matrimonio que vivía en la casa y que trabajaba para él. La mujer, Celine Cottin, luego escribiría las memorias des enigmático escritor francés. Proust estaba recluído escribiendo lo que decía que sería su obra maestra.

En el año 1913, mientras Proust permanecía en la reclusión en su propio hogar por elección propia, sale publicada la primera parte de su novela “Por el camino de Swann”, la que el mismo autor costeó con sus ahorros.Más tarde, saldría la segunda, aunque no pudo hacerlo cuando él quiso ya que en el año 1914 estalló la Primera Guerra Mundial y le truncó subproyectos.

Cuando terminó la guerra Proust publicó sin demora lo que faltaba de En busca del tiempo perdido y A la sombra de las muchachas en flor. Por la última, recibiría uno de los más importantes premios literarios de Europa, el Gancourt. Murió en el año 1922 después de padecer una agudo cuado de asma. Otros de sus libros fueron Sodoma y Gomorra, La prisionera; La fugitiva y El tiempo recobrado.