Durante el tiempo que estuvo escribiendo Cuentos de una barrica, Jonathan Swift estaba trabajando como secretario y asesor privado del político irlandés Sir Temple quien le consideraba sus dotes como escritor. De hecho, pudo llevar a cabo el libro gracias a la ayuda de Temple que fue también su mecenas, dádivas que rechazó luego de que saliera publicada la obra, ya que la relación laboral con el político se había agotado.

Hubo una suerte de malentendidos que llevan a pensar en las causas de la ruptura entre Temple y Swift. Hay quienes dicen que el escritor le tradujo mal unas cartas, pero otros aseguran que fue una conspiración de allegados a Temple que no querían que Swift trabajara más con él. Lo cierto es que quedó demostrada una supuesta incompetencia por parte del escritor y éste prefirió retirarse de al lado del político. Otras de las causas puede haber sido un nuevo libro en el que Swift estaba trabajando, que abordaba conflictos políticos y religiosos.