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“La voz a ti debida” es uno de los tomos de la trilogía de poesía que Pedro Salinas le dedicó a su amate. Este primer ejemplar salió a la luz por primera vez en el año 1933 y forma parte de la etapa segunda de la obra literaria del autor español. Luego vendrían “Razón de amor” y “Largo lamento”.
El título del libro nace de un poema de AGrcilzao de la Vega que dice así:
“Aún no se me figura que me toca
aqueste oficio solamente en vida,
mas con la lengua muerta y fría en la boca
pienso mover la voz a ti debida;
libre mi alma de su estrecha roca,
por el Estigio lago conducida,
celebrando t’irá, y aquel sonido
hará parar las aguas del olvido.”
Si bien Pedro Salinas se caracterizó por ser del Grupo de la generación del 27 y hacía alarde de las vanguardias, esa toma del poema de Garcilazo de La Vega lo posicionaba aún en el romanticismo español, corriente de la que se iría alejando a medida que pasaban los años.
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Es fantástico que podamos seguir hablando virtualmente sobre la obra y vida de Pedro Salinas que parece ser inagotable, y lo es en realidad. Como bien dices, Sara, en “La voz a ti debida” plantea lo que será la base de su obra poética. La del amor.
Los críticos y estudiosos de la obra de Pedro Salinas dedujeron que la destinataria de esta trilogía de poemas fue una estudiante estadounidense llamada Klatherine, ya que fueron encontradas numerosas cartas que el escritor mantuvo con ella cuando ésta se volvió a Norteamérica luego de haber terminado sus estudios en España.
El conjunto de epístolas era de 354 notas manuscritas, más casi 150 poemas y otro escrito a máquina de más de ocho carillas en el que Katherine hace alusión a las épocas en que fueron amantes. Estos escritos fueron entregados por ella misma en el año 1979 a la universidad de Harvard y constituyen una reliquia para reconstruir la vida el autor español.
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La voz a ti debida es un poemario que está formado por setenta poemas, los cuales no tienen ni título ni están identificados con números, lo que es bastante singular y constituye una suerte de experiencia nueva para este escritor.
Sí se pueden dividir en partes, ya que están muy bien identificadas tres secuencias de poemas de diversa índole: por lado, la parte “argumental”, lo que ha pasado con la amada, las experiencias y las pasiones vividas. Por otro lado, una segunda secuencia puede identificarse como el conocimiento del amor y otra tercera parte en lo que abos sienten, es decir, en los sentimientos de los dos.
Algunos versos de La voz a ti debida dicen:
“Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas”.
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Aunque mucho se ha estudiado, criticado, analizado y escrito acerca de este primer trabajo poético de Pedro Salinas, de verdad que el tema resulta inagotable. Como ya hemos dicho, el eje de esta obra es el amor que siente por su enamorada.
Un rasgo particular de estos poemas es que en ningún momento Pedro Salinas llama a su amada por su nombre, y está claro, porque era su amante y su esposa no sabía de la existencia de ella.
Hay muchos temas que se han desprendido del análisis de La voz a ti debida, uno de ellos es el amor platónico, justamente por el hecho de que la amante no es nombrada nunca. Otro tema es el existencialismo y el que la mujer en cuestión es tomada como un objeto casi lejano, intocable y maravilloso. Es casi irreal la presencia de esta mujer amada, ya sea por la idealización de su figura o por el inmenso amor que el poeta le declama.
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Estudiando la obra de Salinas, los analistas descubrieron más puntos a destacar en La voz a ti debida. Se trata de la búsqueda incesante de la figura de la mujer amada, lo que convierte a ese amor en dolor. Por eso los versos dicen de esta forma:
“Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya”.
“Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo”.
Sin dudas hay una fuerte necesidad de encontrar a la amada pero más fuerte aún la necesidad de expresarle su amor y encontrarla.