Anne Lamott

Anne Lamott es una escritora estadounidense de no-ficción. Gracias a ello, todas sus obras abordan temas como el alcoholismo, la búsqueda del camino en la vida, la problemática de ser madre soltera, entre otras. Y ha llegado a ser una escritora sumamente reconocida gracias a su lucha sobre aquellos diversos temas pero que todos tienen en común la búsqueda, la paz y el amor.
Entre sus relatos más famosos se encuentran sus dos obras: “Plan B: La fe, el amor y la vida con Dios en un mundo imperfecto” y “Pájaro a pájaro: algunas instrucciones para escribir y para la vida". En esas dos obras la autora ha puesto no sólo su propia historia, su propia biografía, sino que también, nos ha ayudado a nosotros, sus lectores, a encontrar el camino en un mundo que a veces, gracias al stress, los cambios y el tiempo, se puede volver un mundo imperfecto.

Además de ser una escritora de no-ficción ha escrito muchos ensayos sobre cómo escribir, para qué escribir, cómo editar y sobre todo como lograr una buena obra. Entre todos esos consejos el más importante es el de su experiencia de vida, en el que la autora, Anne Lamott, se ha sentido más cómoda y nos habla de ello dándonos el siguiente consejo:
"Para mí, y para la mayoría de los escritores que conozco, el acto de escribir no es como si entraras en trance. De hecho, la única manera de conseguir escribir algo, en mi caso, es hacer un primer borrador realmente malo. Este primer borrador es el borrador del niño pequeño, donde dejas que todo salga y que salte por todas partes, ya que sabes que nadie lo va a ver y puedes darle forma luego. Dejas que esta parte infantil de ti mismo canalice cualquier voz o visión que surja y que aparezca luego en la página".

¿Interesante consejo no creen? Hay veces que los escritores, ya consegrados, lo hacen parecer tan fácil al “acto de escribir” y nosotros siendo menores escritores, o en la búsqueda de hacerlo nos parece imposible lograrlo. Pero Anne Lamott tiene tanta paz a la hora de aconsejarnos y es tan humilde que sus palabras nos llegan y nos calman, o por lo menos para mí. Por ello para mí su mejor consejo es el siguiente:
“Simplemente ponlo todo en el papel, porque puede haber algo genial en esas seis páginas locas que nunca habrías encontrado de forma racional, adulta. Puede que haya algo en la última línea del último párrafo que te encante, que sea tan hermoso o salvaje que haga que ahora sí sepas de qué quieres escribir, más o menos, o en qué dirección podrías ir… pero no había forma de llegar hasta ahí sin haber escrito esas primeras cinco páginas y media”.