El arte “comestible”

Más de una vez hemos escuchado hablar sobre distintas obras de artes que se han convertido en productos de consumo para un ávido público artístico que se acerca a las obras de artes no sólo para verlas sino también para comerlas.
Uno de los artistas más reconocidos de los últimos tiempos, el gran Fernando García-Dory llevó su obra de arte hasta Japón, así como ustedes lo están leyendo, no es ningún chiste es verdad, el artista ha elaborado unas nuevas recetas de quesos y los ha llevado hasta un museo de Japón.
Toda obra lleva en su interior una causa y una verdad, y la causa de Dory es llevar al Art Maebashi Museum un proyecto comestible y cultural para el pueblo de Maebashi, el cual luego del terremoto en el 2011 han comenzado a tomar mayor conciencia con respecto a la manera de alimentarse, a cómo cuidar los alimentos y como protegerlos.

El proyecto, en sí, se concentra en los principales problemas que afectaron a todo la comunidad de Maebashi y lograr entre el arte y la agricultura desarrollar un paradigma ecológico. Es por ello que el museo, el arte, invitó al artista español Fernando García Dory especialmente para que trabaje todos los procesos creativos que tiene la comunidad de Maebashi. Precisamente, Dory se encargará desde su mirada contemporánea observar a una comunidad que ha logrado sobrevivir de un desastre natural.

El proyecto lleva el nombre de: Wind-Dinning y se dedicará, principalmente, a investigar y establecer el contacto directo entre los artistas y actores locales, en una segunda instancia Dory realizará un taller de dos semanas. Como fin del proyecto, uniendo las investigaciones y los talleres, se mostrará todo en un restaurante donde los participantes presentaras sus trabajos, o mejor dicho, sus recetas.
Me parece que es un gran proyecto que logra fundir el arte con la comida de una manera muy práctica, artística y placentera.