Narciso y Goldmundo, de Hermann Hesse

Narciso y Goldmundo, de Hermann Hesse, es un libro que tiene como personajes centrales a uh monje (Narciso) y a un artista. Ambos comenzarán a gestar una sincera amistad en un monasterio, en la antesala del renacimiento.

En este libro, tal vez en donde Hermann Hesse se consumó como escritor y también como pensador, el autor desarrolla aquellos puntos fundamentales y a la vez contrapuestos, del hombre. Allí juegan papeles relevantes la ciencia, el amor, la creación artística y la razón.

Narciso y Goldmundo tienen personalidades opuestas y es por ello que piensan y actúan diferente en relación con el movimiento renacentista que está por venir. Uno, adaptado a los cambios y el otro, reticente y apegado a las costumbres medievales.

No falta en estas páginas el valor de la amistad y las charlas amenas entre sus protagonistas, aún pese a sus diferencias de pensamiento. Es una obra realmente esencial para la historia del pensamiento, la literatura y el arte universal.

Hermann Hesse, fue un brillante escritor europoeo que obtuvo el Premio Nóbel de Literatura en 1946 y no por una obra en particular sino por su extensa producción narrativa.

Su familia era culta y religiosa, incluso, sus abuelos y padres eran propietarios de una editorial que se dedicaba a publicar libros de textos misioneros. Así, Hesse, entrado en la adolescencia, entra en el seminario pero huye porque no se sentía cómodo, sobre todo, porque los sacerdotes no le dejaban dedicarse a las letras.

A partir de ese momento empezó a tener una mala y tensa relación con su familia que quería verlo consagrado al sacerdocio mientras él seguía empecinado en dedicarse a la escritura. Eso lo llevó a hacer en una profunda depresión y en algunos momentos hasta tuvo el deseo de terminar con su vida y lo recluyen en un loquero y luego en una especie de orfanato.

“El juego de los abalorios” es la última novela de Herman Hesse, la que escribió en 1931 y que salio al mercado editorial años más tarde. Le tocó vivir en Alemania la llegada de los nazis al poder y decidió exiliarse para no sufrir ante los ataques y agresiones del gobierno alemán hacia los judíos.

Escribía artículos para un periódico de Alemania en donde expresaba su repudio a las acciones injustas y criminales llevadas a cabo por los nazis. En esas notas editoriales, Hesse aprovechaba para mostrar públicamente su rechazo al gobierno, pero a partir de 1934 el diario no se animó a seguir publicándole sus artículos por miedo a represalias. Tampoco se lo permitieron en ningún otro medio alemán. Fue en ese contexto que Hermann Hesse trabajó afanosamente en “El juego de los abalorios” la que escribió durante su exilio y que fue editada en Suiza en el año 1943.

Hermann Hesse era sumamente sensible ante los conflictos políticos, los enfrentamientos y las injusticias y la violencia que se cometían contra las minorías en Europa. Del mismo modo que lo afectaba el gobierno nazi, la sangrienta Segunda Guerra Mundial también lo tenía sumido en una profunda depresión.

Así es que continuó, durante ese tiempo, escribiendo “El juego de los abalorios”, una novela que fue catalogada por los críticos más expertos de la época como una propuesta de cambio de paradigmas culturales para las sociedades del mundo.

Aunque cuando le otorgaron el Premio Nóbel de Literatura dijeron que era por su gran trayectoria literaria, en realidad fue una manera de reconocer a esta gran obra que fue “El juego de los abalorios”. Toda la obra de Hesse es catalogada como un gran legado, no sólo narrativo sino rico en valores humanos y morales. Sus obras son clásicos de la literatura universal y se han traducido a muchos idiomas y se realizan reediciones en la actualidad.