Sucede que uno trabaja en una oficina y no tiene tiempo de acercarse a la literatura, a aquel lugar donde uno encuentra resguardo y confort. Por ello es que a continuación doy a conocer ciertas opciones que pueden tomar para acercarse, desde la oficina, a la literatura.
Una primera opción es llevar un libro a la oficina, ya uno lo ve y de repente se siente como en casa. Así a la hora del descanso pueden reconfortarse con aquel libro que les quita el sueño y del cual no quieren separarse.
Otra opción es tener como favoritos, en su ordenador, diversas páginas que contengan frases o, así mismo, libros o cuentos cortos que puede uno leer.
Y por última opción, y tal vez la mejor, es todos los días antes de ingresar a la oficina leer un poema o un texto corto, ello logrará que uno comience su día con literatura.