Cuando escuchamos hablar de la vanguardia siempre lo asociamos con "el arte" pictórico, pero pocas veces salta a nuestro imaginario el arte literario vanguardista.
La vanguardia, como bien sabemos, fue un movimiento artístico y, también, literario que contó con numerosos escritores y artistas que se valieron de ese movimiento para crear sus obras.
La vanguardia significa Avant-garde, ir al frente, y esa ruptura, ese choque, es precisamente lo que define a la vanguardia. Romper con la tradición para crear algo nuevo.
El pintor más reconocido en el área vanguardista es sin duda Picasso, ya que logró ser uno de los creadores, con su pintura, de uno de los movimientos más interesantes de la vanguardia: el cubismo.
En el área literaria, el autor que logró mayor trascendencia, fue Bretón y su fundación con y en él surrealismo. Sus manifiestos, creación vanguardista, fueron de gran importancia para la literatura del porvenir y más, precisamente, la escritura automática, aquella que surge del inconsciente para crear literatura.
Y yo me pregunto: ¿hay, hoy en día, vanguardia literaria?
Las vanguardias al ser movimientos tan fuertes y fundadore tan importantes nos resulta muy difícil pensarlas en la modernidad. Yo no sé si se podría hablar hoy en día de vanguardia literaria, creo que muchos autores han logrado crear excelentes novelas, cuentos y poemas pero la situación social y política no les impidió escribir y publicar y ellos no tuvieron la necesidad de romper con nada para crear sus obras. Porque no olvidemos que las vanguardias fueron movimientos muy importantes porque estuvieron arraigados en contextos políticos y sociales muy fuertes.
Ahora que digo eso tal vez podríamos arriesgarnos y decir que durante la dictadura militar en la Argentina, por ejemplo, autores como Rodolfo Walsh o la música de Seru Giran fueron vanguardia porque rompían con una censura y un silencio que imponía el golpe de estado. Y aquellos autores y músicos durante esa época han hablado y han quebrado la censura militar.
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