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Sí, quizás pidamos peras al olmo, pero siempre hay que buscar un ideal en esta vida, ¿no? Al menos así lo cree Ricardo que en su punto número 13 nos dice lo siguiente:
“La crítica, en consecuencia, solo realiza acercamientos, solo enamora, rodea, lanza redes, requiebra, corteja, seduce de mil maneras, y si la entendemos así no caeríamos en la demagogia de solo exigir rigor a una disciplina que debería ser sencillamente creativa”.
Me quedo con el verbo “seducir”. Probablemente sea lo que un crítico acabe haciendo, seducir al lector para que se acerque a una obra, o bien para que la comprenda mejor.
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Parece que Ricardo se postula un poco, como decíamos, de parte de la crítica periodística, por eso dice que “no solo hay que exigir rigor, sino creatividad”. ¿Falta creatividad en la crítica clásica? Probablemente sí, y eso es debido precisamente al rigor. Cuando te atas a una metodología para realizar un trabajo, es difícil que haya lugar para la creatividad. Pero ¿qué ocurre si nos volcamos en ser creativos? Que tenemos que evitar ser esclavos de la metodología. Es un poco lo que pasa con la literatura. Hay que tener un método, sí. Pero estamos a su servicio nuestra literatura resultará gris.
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Fíjate lo que comenta en su 14º punto, un poco en relación a lo que acabas de decir, Vero:
“El placer de una reseña periodística se mide por el riesgo que ésta asume frente a la creación. La valoración inmediata reemplaza al método, pero sin saberlo abre puertas e intuye caminos que por falta de espacio no puede recorrer, y luego los olvida. La crítica literaria en el Perú está colmada por este tipo de experiencias, y quienes lo ejercitaron con un vigor que aun ahora fascina fueron los propios creadores”.
“Sustituye el método por la valoración inmediata”. Y eso, sí tiene sus riesgos. Lo comentado más arriba, que acabe fallando en sus “previsiones”. Y claro, son muchos los escritores que llevan a cabo este tipo de crítica, porque están más abiertos a la creatividad y menos al método.
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Os empezáis a liar un poco ¿no? Método, creatividad, ¿No es la crítica decir lo que piensas de un libro? ¿Aderezado con frases complejas y palabras recién salidas del diccionario? ¿No es una forma de que el crítico aproveche una reseña para mostrar al mundo su “enorme” capacidad cultural? Estos días leí una entrevista a un grupo de pop-rock independiente, en el que el entrevistador se marcaba una introducción de varios párrafos en los que se dedicaba a utilizar palabras como hermenéutica u oxímoron. Lo bueno de todo es que las respuestas de los entrevistados eran sencillas y directas, pero el periodista y crítico musical se empeñaba en dejar patente que ese día por la mañana había mirado el diccionario…
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Bueno, Manolo, ya hablamos de la crítica musical en la música popular. Está claro que está llena de pedantes frustrados que tienen que rellenar páginas. :) Pero bueno, tú lees esas publicaciones ¿no? Yo también, de vez en cuando. Al final, igual tienes razón, tanto lío y hacer crítica no es más que opinar… ;)
A ver, con la introducción de este tema y el breviario de Vírhuez Villafane, lo que pretendíamos un poco era discutir un poco sobre el ideal de crítica literaria, sobre los diferentes tipos, errores más comunes, etc.
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Sí, Manolo, yo lo considero un tema interesante. Ten en cuenta que los críticos suelen tener una especie de estigma de personajes tétricos y frustrados :) Y con este tema que introdujo Curro a lo mejor estamos descubriendo sus causas :).
Sobre la crítica musical de la que hablas, la verdad es que yo no leo mucho de grupos pop-rock “independientes”. Me quedé un poco en Los Beatles, Beach Boys, etc… Sé que tú Manolo, igual no los conoces, pero tuvieron cierta repercusión hace unas décadas ;).
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Punto 15º del breviario de Ricardo:
“Salvo honrosas excepciones, han sido los escritores quienes enrumbaron la crítica literaria por el camino que ahora la crítica académica recusa: la improvisación, la fácil valoración, la ausencia de amplitud y de método. ¿Pero qué crítico académico ha hecho crítica, en pocas palabras, con la misma o mejor belleza que los propios escritores en sus improvisadas reseñas? ¿Qué crítico académico se ha abierto tanto a la literatura en provincias como los propios creadores provincianos, con reseñas, comentarios breves, artículos escritos al vuelo?”.
Por cierto, Enrumbar en la Rae:
enrumbar.
(De rumbo).
1. tr. Cuba, Hond. y Ven. encaminar (‖ enseñar a alguien por dónde ha de ir).
2. tr. Hond. y Ven. Dirigir la conducta, la conversación o la educación de alguien.
3. prnl. El Salv., Hond. y Ven. Dirigirse o ir a determinado lugar.
4. prnl. Hond. perderse (‖ errar el camino).
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Aquí, nuestro amigo Ricardo ya muestra abiertamente sus cartas denostando “ligeramente” la crítica académica a favor de la que realizan los escritores. Acude al término “belleza” para ensalzar esta última. Puede que sea más bella, pero no creo que los críticos académicos la busquen. Es que yo creo que Vírhuez está confundiendo un poco los objetivos de ambas tipos de crítica. No creo que una tesis de dos tomos sobre Tolstoi busque belleza. La belleza ya estaba en Tolstoi. El investigador tiene como fin hacer un profuso de una determinada obra o autor, con teorías, datos, etc. Muchos de ellos no demasiado “bellos”. Pero, insisto, no es ese su objetivo, ¿no? ¿O qué pensáis?
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Yo estoy contigo Vero. La crítica académica puede resultar demasiado erudita, pero es el público que va dirigida. Solo una persona muy interesada en Tolstoi se va a tragar esos dos tomos de los que hablas. Tiene menos receptividad, pero es necesaria. El objetivo de la crítica más inmediata es otro. Y en este ámbito sí tiene lugar el descubrimiento de nuevos valores literarios que a la académica se le escapa. Simplemente, porque esta última se toma mucho más tiempo para ejercer su labor. Punto 16º del breviario:
“La crítica, ante todo, es estimulante. Es una cortina que repentinamente se corre y nos permite mirar lejos y profundamente. La crítica no es belleza pero nos permite verla con otros ojos, gozarla de otra manera. La crítica comparte, no impone. ¿Existe este tipo de crítica? Sin ninguna duda, y tenemos una importante tradición pedagógica al respecto, así como muchas pruebas de lo contrario”.
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Sí, es evidente que se está tomando partido por la crítica no académica. Yo también estoy de acuerdo con vosotros. Ambas son necesarias y pueden convivir. Aunque por mi parte, prefiero hacer reseñas en revistas, ya que ha quedado demostrado que no hace falta ser riguroso, solo buscar la “belleza”… Y eso se me da bien :o