Mandamiento 3: “Soñarás y escribirás y volverás a escribir”. Ese es uno de los grandes secretos para ser un buen escritor. Nunca se deben abandonar los relatos ni dejarlos tal cual salieron en un primer momento. En la reescritura, la relectura y la sobreproducción sobre un mismo tema harán a la calidad de los trabajos literarios. Por eso es muy importante que el autor evalúe y estudie sus trabajos.
Este proceso de trabajo debe ser siempre una manera establecida para trabajar. Muchas veces ayuda el tipear las cosas varias veces, es decir, pasarlo de manuscrito a computadora o máquina de escribir. Este proceso hace que uno vaya detectando los errores o encontrando las frases que mejor pueden adaptarse. Los grandes escritores dicen que las cuestiones referidas a las correcciones ayudan a ordenar las cosas en la cabeza y que una vez teniendo ordenadas las ideas, el discurso y las formas del discurso salen solas, en perfecta sintonía.
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