Observen la construcción de ésta imagen de la tristeza y la pérdida, en la obra de Gabriel García Márquez: "El coronel no tiene quien le escriba"
"Él no encontró la voz para responder. Al primer canto del gallo tropezó con la realidad, pero volvió a hundirse en un sueño denso, seguro, sin remordimientos.
Cuando despertó ya el sol estaba alto. Su mujer dormía. El coronel repitió metódicamente, con dos horas de retraso, sus movimientos matinales, y esperó a su esposa para desayunar. Ella se levantó impenetrable. Se dieron los buenos días y se sentaron a desayunar en silencio. El coronel sorbió una taza de café negro acompañada con un pedazo de queso y un pan de dulce. Pasó toda la mañana en la sastrería. A la una volvió a la casa y encontró a su mujer remendando entre las begonias.
-Es hora de almuerzo -dijo.
-No hay almuerzo -dijo la mujer.
Él se encogió de hombros. Trató de tapar los portillos de la cerca del patio para evitar que los niños entraran a la cocina. Cuando regresó al corredor la mesa estaba servida.
En el curso del almuerzo el coronel comprendió que su esposa se estaba forzando para no llorar. Esa certidumbre lo alarmó. Conocía el carácter de su mujer, naturalmente duro, y endurecido todavía más por cuarenta años de amargura. La muerte de su hijo no le arrancó una lágrima."
¿Pudieron ver cómo construye ese imaginario desolado de un hombre y una mujer frente a la pérdida de un hijo? ¿Qué les pareció? ¿Se sintieron, por un segundo, capaces de construir imágenes cómo Gabriel García Márquez?
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