Tema: Haikus

Me encantan los haikus, desde que tuve la suerte de conocer este tipo de poema me enamoré de él. Creo que los haikus tienen la capacidad de atrapar un instante como casi ninguna otra forma métrica. Algunos son maravillosas fotografías de la naturaleza, que observas una y otra vez.
Es un tipo de poema que surge en Japón hace varios siglos. Y fueron los japoneses, como no, los que le dieron ese sello tan característico. Al trasladarlo a nuestra lengua, su composición es la siguiente: 17 sílabas en total, divididos en tres versos de 5, 7 y 5 en los que no hay rima. Por supuesto, no es obligatorio respetar estas leyes, pero, por experiencia puedo decir que el resultado suele ser más satisfactorio si se sigue el patrón descrito. Os dejo algunos ejemplos caracterizados por esa sencillez y espiritualidad en la observación de la naturaleza tan propios de la cultura japonesa. Son piezas de poetas clásicos japoneses así como de escritores actuales para que comprobéis que también se pueden escribir en castellano. Por cierto, también pueden llevar título lo que les atribuye un extra de significado.

Issa Kobayashi (1763-1827)

No lloréis, bichos,
Que sufren desengaños
Hasta los astros.

Tú, caracol
Mira bien, mira bien
Tu sombra

Muu, Muu, Muu
Sale la vaca mugiendo
De entre la niebla

Al Fuji subes
Despacio, pero subes,
Caracolito

Luis Alberto de Cuenca

En el silencio
De esa flor amarilla
Perdura el canto

Antonio Cabrera

Estornino

Otoño urbano
El crepúsculo bulle
Hasta apagarse

Je, je, Manolo, tan fácil no es hacer un haiku. Te recomiendo que lo intentes, a ver que te sale y luego nos dejas un ejemplo. Crear poesía, cualquiera que sea el género o la métrica utilizada, no tiene nada de sencillo, pero sin duda el haiku es una buena manera de comenzar. Ese que citas, Manolo, el de la vaca, a mí también me gusta mucho, pero sobre todo, por ese último verso "De entre la niebla". Y es que yo misma veo a la vaca surgir de entre la niebla cuando lo leo. Es ahí donde reside uno de los principales puntales del haiku y de sus creadores originarios, la capacidad de observación de la naturaleza y su sencilla (que no simple) plasmación sobre el papel. Pero fijaos también en el haiku titulado "Estornino" de Antonio Cabrera. El poeta español le da otra lectura a este género y su visión más un poco más allá de la mera observación de la naturaleza, especialmente por el hecho de que se introduce el paisaje urbano en su significado.