La fábula de El gato y el ratón

La fábula es una rama del cuento que pretende dejar una enseñanza pero tiene como particularidad que los protagonistas son animales que hablan. Pueden tener forma de cuento y también de poesía, por lo que las hay de diferentes y variadas maneras. Son generalmente material de uso obligatorio en las escuelas de habla hispana.

Comparto con ustedes la famosa fábula El Gato y el ratón que dice así:

“Había una vez un pequeño ratón, que vivía en la casa de una mujer vieja. La señora, que temía de estas criaturas, colocó muchas trampas para matar el ratón. El ratón asustado le pide ayuda al gato de la mujer.

-¿Podrías ayudarme, lindo gatito?-le dijo al gato
-Si...¿En que?-respondió este
-Solo quita las trampas de la casa-dijo el ratón
-Mmm... y ...¿que me das a cambio?-dijo el gato
-Finjo ante la señora que estoy muerto, ya que tu me has matado, ella creerá que eres un héroe-respondió el ratón
-Me has convencido-dijo el gato

El gato saco las trampas de la casa, pero el ratón nunca cumplió su parte del trato. Un día la señora descubrió que fue el gato quien saco las trampas, ella muy enfadada decide dejar al gato en la calle”.

Dicen que las fábulas aparecieron en la edad antigua y que la primera que se concoe en la historia nació en la Grecia antigua y perteneció a Hesíodo. Fue La fábula del ruiseñor en donde el pensador desarrollaba signos de moral y ética. También Sócrates trabajó con las fábulas, poniendo en poemas las del mítico Esopo quien es considerado el padre de este género.

Comparto una fábula más nueva, que es la de El zorro, el oso y el león, y que dice así:

“Un feroz León y un enorme Oso se encontraron al mismo tiempo un ciervo. Para decidir cual de los dos se quedaba con la presa, decidieron tener un combate, el que ganara se la llevaba. Mientras peleaban fuertemente, y sin ellos darse cuenta, pasó una astuta zorra.

La Zorra, al verlos pelear y darse cuenta que estaba muy exhaustos, aprovechó la situación y se llevó el ciervo. Corrió muy lejos, mientras el León y el Oso solo pudieron ver como se iba, pues estaban muy cansados para correr tras de ella.

Entre ellos se murmuraron: "¡Que desdicha! Tanto esfuerzo y lucha para que la presa se la quedara la Zorra."

Aquí les comparto otra de las fábulas mas mentadas, y es la del ciervo, el manantial y el león y dice:

“Un día bastante soleado y caluroso. El ciervo ya con mucha sed se acercó al manantial a tomar un poco de agua. Cuando terminó de beber, se percato de su reflejo en el agua y comenzó a pensar. Veía como sus grandes y hermosos cuernos resaltaban, mientras sus piernas se veían delgadas y flácidas. Mientras veía su reflejo, apareció un fuerte león que comenzó a perseguirlo. Gracias a sus piernas, el ciervo pudo escapar del león cuando huía por una parte llana. En cuanto llego al bosque, los grandes cuernos del ciervo se atoraron con las ramas y el león pudo atraparlo. Ya agonizando y cerca de morir, el siervo dijo:

"Yo triste por mis delgadas piernas, fueron las que me permitían salvarme. Mientras que feliz y orgulloso por mis cuernos, que fueron los que terminaron traicionándome, ¡que ironía!"”.

El segundo paso que dio la fábula en la historia, luego de surgir en la Grecia antigua, fue en Roma. Allí Horacio fue quien escribió algunas sátiras que entran dentro la fábula. Hay una de ellas que es muy famosa y es la del la del ratón del campo y el ratón de ciudad. Otro de los exponentes de la Roma antigua fue Fedro, que se dedicó a escribir fábulas pero ya no en prosa sino en versos.

Aquí encontré otra fábula corta y es la del león orgulloso:

“Estaba un lobo caminando casi a la hora del atardecer, cuando se percató de lo grande y alargada que se veía su sombra, que se dijo hacia el mismo:
"Yo siendo tan grande, ¿como me va asustar un león? ¡Con esta talla, estoy seguro que será muy fácil convertirme en el rey de todos los animales!".

Mientras hablaba y mostraba su orgullo, un enorme león cayó sobre el y lo comenzó a devorar. El lobo, a punto de morir, se dijo:

"Llegó esta desgracia a mi por ser tan orgulloso".

En el siglo IV, en Roma, hubo un poeta llamado Flavio Aviano que escribió casi cuarenta fábulas, llevando a la narración las que había escrito en versos el poeta Fedro. Luego pasó por muchos siglos de escrituras y reescrituras, mas nunca dejó de estar presente en el imaginario popular y es un género que ha trascendido los límites imaginables de la historia. Otra fábula corta que compartiré en el foro es la del lobo y la cabra y dice:

“Un lobo muy hambriento vio a una cabra que estaba comiendo pasto junto a un gran precipicio. El lobo no podía trepar hasta donde la cabra estaba, así que para hacerla bajar le dijo: Amiga cabra, ten cuidado, no te vayas a caer de ese enorme precipicio. Mejor baja y come de este delicioso pasto en el que yo estoy. Es mas verde que el que estás comiendo".

La cabra, astuta, le respondió:

"No caeré en tu trampa, lobo tramposo. Se muy bien que no me invitas a comer, sino que simplemente quieres que yo sea tu platillo del día".

Como les decía anteriormente, la fábula sobrevivió a lo largo de la historia, desde muchos años antes de Cristo. Pero en la Edad Media hay una aprticualridad respecto a las presentaciones de estos cuentos y era que aparecían escritas con autores que firmaban con seudónimos como Romulus, Syntipas o el Isopete. A partir de esta etapa, las fábulas se propagaron rápidamente por el mundo, nuevamente a través de las narraciones orales.

Otra famosa fábula es la de la cabra y el asno:

“En una granja un campesino tenía a una cabra y un asno. Mientras los alimentaba, la cabra veía con celos que a su compañero, el asno, lo atendían mejor que a el, así que le dijo: - Tu vida es un tormento, siempre llevando esa carga. Mejor simula una enfermedad y así te dejarán descansar un poco.

El asno, siguiendo el consejo que le dio su compañero, se tiró al piso y se hirió el cuerpo. El amo la vio y llamó a un veterinario para que le diera un remedio. El curandero, luego de examinarlo minuciosamente, le dijo al dueño de los animales que le diera de comer carne de cabra y así regresarían sus fuerzas.

Sin pensarlo, tomó la cabra y la sacrificó para salvar a su asno”.

En el siglo XII las fábulas tuvieron también una época dorada y fueron usadas por muchos autores para satirizar a la sociedad medieval que quedo inmortalizada en las historias del zorro contra el lobo. Una mujer poeta llamada María de Francia escribe nada menos que 63 fábulas que luego publicaría.
Comparto ahora la fabula del asno y el buey:

"Cuenta la historia de un granjero dueño de una gran porción de tierra. El granjero podía entender lo que hablaban los animales entre ellos. Cada noche se acercaba a ellos, simplemente para escuchar de que hablaban. Una de esas noches escuchó al buey quejarse de lo duro de su trabajo con el asno:

- Arrastro el arado todo el día. No importa si hacer calor, este cansado o que la cuerda me irrite el cuerpo, igualmente debo trabajar. Tu en cambio, solo estás cubierta con mantas de colores y solo debes llevar a nuestro amo a donde quiera ir. Cuando no sale, descansas un día entero".

La fábula del asno y el buey continúa de la siguiente manera:

“El asno, que simpatizaba con el buey, le respondió:

- Amigo, trabajas mucho y me gustaría ayudarte a descansar un poco. Lo que puedes hacer para tener un día de descanso es mugir muchas veces mientras el esclavo va a buscarte para labrar las tierras. Tírate al suelo. El esclavo le pensará que estás enfermo y no puedes trabajar así.
El buey siguió el consejo del asno y el esclavo le comentó al granjero que estaba enfermo y que no podía labrar la tierra hoy. El granjero, en respuesta, le dijo que utilizara al asno por el día de hoy, pues de alguna forma debía labrar la tierra.

Durante todo el día el asno, que solo quería ayudar a su amigo, tuvo que hacer el trabajo del buey. Ya en la noche, cansado y afligido empezó a charlar con el buey. El granjero, como cada noche, se acercó al corral a escucharlos hablar".

El asno y el buey continúan hablando en la famosa fábula que los tiene por protagonistas. Al final de la fábula hay una moraleja que es la enseñanza que dejan estas historias. El diálogo entre el asno y el buey dice así:

“- Asno, eres un buen amigo. Gracias a tu sabio consejo, pude disfrutar de un día de descanso.

- Yo, en cambio, que soy un animal compasivo intentando ayudar a un amigo, y termino haciendo su trabajo. De ahora en adelante, tu mismo arrastrarás tu propio arado, porque he oído al amo decir al esclavo que fuera a buscar al carnicero si aún seguías enfermo. Espero que lo haga, porque eres un compañero perezoso.

Después de eso, no se volvieron a hablar”.

Moraleja: Si vas a ayudar a un amigo, hazlo de una forma que luego no recaigan en ti sus responsabilidades.

Más tarde, durante el Renacimiento, las fábulas también tuvieron exponentes. Aunque no muchos lo sepan, el gran pintor Leonardo Da Vinci fue autor de fábulas célebres y el género llegó a ponerse muy de moda.

Exceptuando a unos pocos escritores, la mayoría de quienes se dedicaron a la fábula durante la época del Renacimiento hoy permanecen casi en el olvido o anonimato y nadie habla de ellos. El que quizás ha tenido mayor trascendencia es Jean de La Fontaine o Florian.

Ya nos acercamos a nuestra era y en el siglo XIX la fábula tuvo también su tiempo aunque en Francia fue el país en donde menos se escuchó hablar de ella y mucho menos había lectores que se interesaran en las fábulas. Algunos de los países en que más se desarrolló en el siglo XIX fueron en Rusia, España, Portugal y hasta en Estados Unidos. También surgieron en México y Gran Bretaña.

Durante el siglo XX, España fue uno de los países ue continuó con la tradición y el cultivo de las fábulas. Ramón Basterra fue el autor o compilador del que se conoció como Nuevo formulario. Tal vez influenciados y con reminiscencias de loq eu fue la Revolución Industrial, algunos autores europeos no utilizaron a los animales como protagonistas de sus fábulas sino a elementos propios de la industrialización como las máquinas, cables o grúas.

En Francia, hacia la década del 60 en el siglo XX, Jean Anoullih editó 43 fábulas que tuvieron una excelente aceptación por parte de los lectores y eso hizo que tomara un poco más de impulso y que incluso se comenzaran a aplicar de manera casi obligatoria en las aulas de los colegios primarios. Estas publicaciones adaptaban al mundo actual aquellas viejas fábulas griegas que surgieron como primeras expresiones del género.

Ya que me he dedicado hoy a hacer una breve pero creo que bastante clara semblanza de lo que fue la fábula en sus inicios y cómo se desarrolló a lo largo de los siglos, creo que no puedo dejar pasar entonces cómo es que se la recibe en la actualidad. En el siglo XXI volvió a tener una nueva modificación y cambio de cara que revitalizaron nuevamente a este género.

El autor italiano Sabatino Scia redactó más de dos centenares de fábulas a las que tituló "Fábulas de protesta occidental", lo que obviamente muestra su tinte social y de crítica a las costumbres de vida actuales. Este escritor usa los mismos métodos que usaban los antiguos griegos que era el de poner en boca de los animales lo que nos e animan muchos poner en boca de los hombres. Dice Scia acerca de la fábula:

" ¡…Y se sabe que en las fábulas, raleas a correo para protestar, cada cosa se mueve, ríe, llora, se enfada, habla, juega”.

Las características esenciales de la fábula, según los estudiosos y entendidos sobre el tema giran en torno a dos grandes bases. Una es la oposición que parte desde el título en el que generalmente se dan a conocer o mencionan dos personajes totalmente opuestos que se encuentran en el relato en una situación que no es para nada agradable.

En el transcurso del relato, generalmente y por un suceso imprevisto, esta situación hace que uno de ellos recapacite acerca de lo que les está ocurriendo. Dice Hegel acerca de loa fábula:

"La fábula es como un enigma que será siempre acompañado por su solución".

Algunas de las características de la fábula son:
• Contenido de valor moral
• Por lo general son relatos breves.
• Es poco creíble
• Sus protagonistas son animales humanizados

Una de las particularidades de la fábula es que no ha sido considerada como un genero literario en sí sino más bien como algo educativo o lúdico, por lo que muchos filósofos en la antigüedad la usaban para expresar posturas ante determinadas situaciones de la vida. De hecho, fue el mismo Platón el que comenzó a utilizarlas y a analizarlas también, dándole una marcada importancia a este tema pero en realidad no estaba de acuerdo con ellas porque decía que estaban muy lejanas de la verdad

Más tarde, Aristóteles, consideró que la fábula era una herramienta de persuasión y ese acercaba más a lo filosófico que a lo literario y además, a través de la fábula se podía retratar las falsedades de la sociedad de la época. En el siglo XVI, Jaques Roseauu también las critica diciendo que son cuentos de niños y que no deben ser usadas por los adultos.

Pese a los muchos enemigos de las fábulas, quienes eran los grandes pensadores e intelectuales de la historia, también hubo adeptos o que tuvieron una postura más neutra acerca de ellas. Karl Vossler dijo:

“Una fábula puede servir como elemento de ayuda en el aprendizaje, pero no para los niños, puesto que un correcto entendimiento de las mismas necesita al menos la experiencia de quien tenga al menos 40 años”.

Alfonso Francia opinó:

“Es un género para fomentar actitudes y comportamientos precavidos en niños y adolescentes; tiene gran cantidad de técnicas y recursos que hacen de la fábula un medio pedagógico de primera calidad y del cual se puede hacer uso para mejorar el proceso educativo”.

Lo cierto es que pese a las discusiones y críticas sobre la fábula por parte de los más reconocidos intelectuales, el género ha trascendido la historia y perdura, ya que en la actualidad es material de estudio casi obligatorio en las escuelas e institutos de enseñanza primaria.