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Durante el siglo XX, España fue uno de los países ue continuó con la tradición y el cultivo de las fábulas. Ramón Basterra fue el autor o compilador del que se conoció como Nuevo formulario. Tal vez influenciados y con reminiscencias de loq eu fue la Revolución Industrial, algunos autores europeos no utilizaron a los animales como protagonistas de sus fábulas sino a elementos propios de la industrialización como las máquinas, cables o grúas.
En Francia, hacia la década del 60 en el siglo XX, Jean Anoullih editó 43 fábulas que tuvieron una excelente aceptación por parte de los lectores y eso hizo que tomara un poco más de impulso y que incluso se comenzaran a aplicar de manera casi obligatoria en las aulas de los colegios primarios. Estas publicaciones adaptaban al mundo actual aquellas viejas fábulas griegas que surgieron como primeras expresiones del género.
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Ya que me he dedicado hoy a hacer una breve pero creo que bastante clara semblanza de lo que fue la fábula en sus inicios y cómo se desarrolló a lo largo de los siglos, creo que no puedo dejar pasar entonces cómo es que se la recibe en la actualidad. En el siglo XXI volvió a tener una nueva modificación y cambio de cara que revitalizaron nuevamente a este género.
El autor italiano Sabatino Scia redactó más de dos centenares de fábulas a las que tituló "Fábulas de protesta occidental", lo que obviamente muestra su tinte social y de crítica a las costumbres de vida actuales. Este escritor usa los mismos métodos que usaban los antiguos griegos que era el de poner en boca de los animales lo que nos e animan muchos poner en boca de los hombres. Dice Scia acerca de la fábula:
" ¡…Y se sabe que en las fábulas, raleas a correo para protestar, cada cosa se mueve, ríe, llora, se enfada, habla, juega”.
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Las características esenciales de la fábula, según los estudiosos y entendidos sobre el tema giran en torno a dos grandes bases. Una es la oposición que parte desde el título en el que generalmente se dan a conocer o mencionan dos personajes totalmente opuestos que se encuentran en el relato en una situación que no es para nada agradable.
En el transcurso del relato, generalmente y por un suceso imprevisto, esta situación hace que uno de ellos recapacite acerca de lo que les está ocurriendo. Dice Hegel acerca de loa fábula:
"La fábula es como un enigma que será siempre acompañado por su solución".
Algunas de las características de la fábula son:
• Contenido de valor moral
• Por lo general son relatos breves.
• Es poco creíble
• Sus protagonistas son animales humanizados
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Una de las particularidades de la fábula es que no ha sido considerada como un genero literario en sí sino más bien como algo educativo o lúdico, por lo que muchos filósofos en la antigüedad la usaban para expresar posturas ante determinadas situaciones de la vida. De hecho, fue el mismo Platón el que comenzó a utilizarlas y a analizarlas también, dándole una marcada importancia a este tema pero en realidad no estaba de acuerdo con ellas porque decía que estaban muy lejanas de la verdad
Más tarde, Aristóteles, consideró que la fábula era una herramienta de persuasión y ese acercaba más a lo filosófico que a lo literario y además, a través de la fábula se podía retratar las falsedades de la sociedad de la época. En el siglo XVI, Jaques Roseauu también las critica diciendo que son cuentos de niños y que no deben ser usadas por los adultos.
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Pese a los muchos enemigos de las fábulas, quienes eran los grandes pensadores e intelectuales de la historia, también hubo adeptos o que tuvieron una postura más neutra acerca de ellas. Karl Vossler dijo:
“Una fábula puede servir como elemento de ayuda en el aprendizaje, pero no para los niños, puesto que un correcto entendimiento de las mismas necesita al menos la experiencia de quien tenga al menos 40 años”.
Alfonso Francia opinó:
“Es un género para fomentar actitudes y comportamientos precavidos en niños y adolescentes; tiene gran cantidad de técnicas y recursos que hacen de la fábula un medio pedagógico de primera calidad y del cual se puede hacer uso para mejorar el proceso educativo”.
Lo cierto es que pese a las discusiones y críticas sobre la fábula por parte de los más reconocidos intelectuales, el género ha trascendido la historia y perdura, ya que en la actualidad es material de estudio casi obligatorio en las escuelas e institutos de enseñanza primaria.
