El deseo de ser aquel gran jugador/a

Creo que todos los niños en el mundo hemos deseado, en algún momento cuando hacíamos deporte, ser un gran jugador. Ya sea de Hockey, Basquet, Fútbol o Voley, no importaba tanto el deporte sino el deseo de ser grande y bueno en lo que uno estaba practicando.
Para muchos fue un sueño ofuscado, no lograr llegar nunca a ser una buen jugador de Fútbol por ejemplo. Para mí madre sí lo fui, pero no para mí, de hecho fue un deseo de medio segundo ya que no era lo que quería para mi futuro.
Más allá del deseo, creo que muchos jugadores han llegado a ser grandes no sólo porque se lo han propuesto sino porque tuvieron a su alrededor gente que vio su potencial y lo incentivó a lograr su sueño, porque los jugadores que hoy son grandes son los que realmente desearon ser quienes son. ¿Y a ti qué jugador te hubiese gustado ser?

A mí me hubiese gustado ser jugador de básquet. De hecho había empezado a jugar bastante seguido en mi club hasta que un día me di cuenta que eso no me llenaba, que ya no sentía la pasión que sentía cuando piqué la pelota por primera vez. Y creo que cuando uno ya no tiene deseo, ni pasión por lo que hace debe dejarlo y encontrar otro hobby que lo llene y que lo haga sentir aquel deseo perdido.
Muchas veces me he ofuscado intentando encontrar aquello que había perdido, aquello que ya no tenía sentido. De tanto buscar no quise buscar más, por un tiempo me reconforté leyendo revistas de deporte hasta que un día, de tanto leer, caí en la cuenta que lo que me empezaba a apasionar no era otra cosa que la lectura y su derivado la escritura.
Así fue como a través de aquel deseo ofuscado encontré mi verdadero y placentero hobby: leer y escribir.