Shangai Baby es la opera prima de la rebelde escritora Wei Hui. Una novela sensible, romántica y sensual, prohibida en china precisamente por reflejar una escritura sensual y un estilo “irrespetuoso”.
Con total libertad y desparpajo, la escritora desliza su pluma por esas páginas y nos invade de romance y sensualidad contando una historia, su historia autobiográfica, la de Cocó, una joven periodista que abandona su trabajo para ponerse a escribir una novela. En su intimidad mantiene una relación con Tiantian, su novio, de quien está enamorada, un joven sensible y talentoso, pero que no la satisface sexualmente ya que es impotente. En este descarrilamiento de su relación íntima y amorosa conoce, en una fiesta, a un joven alemán casado llamado Mark, pero con el que iniciará una aventura que encuentra su centro en la mutua atracción sexual que sienten y con toda la pasión que su novio no le podía dar. Presa de ese triangulo amoroso y absorbida por la culpa, lo único que encuentra como salvación es escribir su novela.
Así se desarrolla lo novela de Wei Hui que encuentra como escenario, para su representación amorosa y cuasi teatral, a la excéntrica ciudad de Shangai, con su modernidad, sus calles, sus historias y su vida. Es la Shangai moderna la que está presente en la novela, es el sexo, las drogas y las relaciones lo que reina en sus calles e historias y la autora lo representa de la mejor manera. Es decir, que la autora logró reflejar, y eso fue lo que le valió la censura en el medio oriente, a la ciudad de Shangai invadida con temas que todavía hoy son prohibidos de “hablar” en china como la homosexualidad, la droga y el sexo en las mujeres.
Aunque la novela haya sido censurada, eso no le impidió obtener un alto éxito de ventas en Francia, Italia, Alemania, Japón, Inglaterra y Estados Unidos.
Es una gran novela, sumamente entretenida y con conflictos modernos que surgen y viven en las relaciones amorosas entre las personas.