Poeta y dramaturgo alemán que escribió la memorable historia de Fausto, un libro trágico que retrató una historia de amor prohibido.

Fue un soñador que creía en los amores verdaderos, aunque no llegaran a concretarse: “Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vales la pena vestirse y desnudarse?”

Creía también en la fidelidad: “La fidelidad es el esfuerzo de un alma noble para igualarse a otra más grande que ella”.

Siempre pregonó acerca de las buenas intenciones de los hombres, de la felicidad y del amor hacia el prójimo: “El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio”.

Renegaba de los placeres terrenales y materiales, pero nunca así del amor: “Cierto que en el mundo de los hombres nada hay necesario, excepto el amor”.