En pocas líneas intentaré contar acerca de la vida y de la obra tan importante de Calderón de la Barca, hidalgo español que eligió seguir el camino de las letras y el estudio de las leyes. Nació en Madrid en el año 1600. También fue soldado y en sus años mozos se vio involucrado en problemas de revueltas y hasta fue acusado de asesinato. Durante ese tiempo, escribió frases como éstas:

Quien muere por saber lo que no le importa, es solo para contarlo después.
No aplicado, de nada sirve el saber.
Será necio el que pudiendo morir del mal, muere del remedio.


Pero su vida dio un vuelco profundo en su adultez ya que tomó los hábitos y se convirtió al sacerdocio. Es en 1651 cuando, ya estabilizado, goza de su etapa más prolífica en la creación literaria y se inclinó por temas que hablaban del amor profundo y la posibilidad de amar de las personas:

No está solo quien está con su tristeza.
Es gran principio de amar, estar uno a amar dispuesto.