Aurora. Reflexiones sobre los prejuicios morales, entre 1879 y 1881
- Cuanto más nos elevamos, más pequeños parecemos a quienes no saben volar.
- ¿Por qué vuelve siempre a mí este pensamiento y me sonríe con aspectos cada vez más variados?
- Siempre que los hombres de las primeras épocas introducían una palabra creían haber realizado un descubrimiento, haber resuelto un problema. ¡Qué error el suyo!
- ¿Cómo es posible que alguien considere como una revelación lo que no es más que su propia opinión sobre las cosas? Pues éste es el problema del origen de las religiones: que siempre ha habido un individuo en el que podía darse este fenómeno.
La gaya ciencia de 1882
- "Soportamos más fácilmente la mala conciencia que la mala reputación"
- Fuente: Aforismo 52.
- "¿Quién nos contara alguna vez la historia de los narcóticos, que es casi la historia de la cultura, de la denominada cultura superior?"
- Fuente: Aforismo 86.
- "¡Dios está muerto! ¡Dios queda muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado!"
- Fuente: Aforismo 125.
- "Pues primitivamente, siempre que el hombre veía que se producía un acontecimiento, creía en la existencia de una voluntad como causa de aquel, así como en la de seres que actuaban personalmente en un segundo plano. La idea de la mecánica le resultaba totalmente extraña"
- Fuente: Aforismo 127.
- "Porque lo necesario es que el hombre llegue a estar contento de sí mismo, independientemente de que ello lo consiga con este o con aquel tipo de arte o poesía"
- Fuente: Aforismo 290.
- "¡Llevemos la luz a la Tierra, seamos "la luz de la tierra"! Para eso tenemos alas, por eso somos rápidos, severos, viriles, incluso terribles, semejantes al fuego. ¡Qué nos teman quienes no saben calentarse ni alumbrarse con este fuego que somos!"
- Fuente: Aforismo 293.
- "Toda clase de maestría se paga muy cara en este mundo, donde tal vez todo se paga muy caro."
- Fuente: Aforismo 366.
- Aparece a veces sobre la tierra una especie de continuación del amor en que aquel ávido deseo que experimentan dos personas, una hacia otra, deja lugar a un nuevo deseo, a una ansia nueva, a una sed común, superior, de un ideal colocado por encima de ellos, mas, ¿quién conoce ese amor? ¿Quién lo ha sentido? Su verdadero nombre es amistad.
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