Luego de que cumple la mayoría de edad Alfonsina Storni viaja a la ciudad de Coronda donde estudia Magisterio, trabaja como celadora en la escuela, pero el dinero que le queda tras pagar la pensión no le da para vivir y tiene que hacer escapadas a Rosario para cantar en un teatrillo como corista. Se descubre en Coronda su trabajo como cantante y Alfonsina piensa en suicidarse tirándose al agua.
Sus frases y poemas, aunque son por demás de bellos, muestran su espíritu depresivo:
“¿Cómo decir este deseo de alma? Un deseo divino me devora; pretendo hablar, pero se rompe y llora esto que llevo adentro y no se calma”.
“Selvas tengo en el corazón; árboles gruesos prietos de ramas; yuyos, retamas, flores de malvón, pájaros en las ramas, todo eso tengo en mi corazón”.
“La primavera dulce que me enseñara a amarte, la primavera misma que me ayudó a lograrte”.
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