Tema: Frases del Quijote de la Mancha

Inolvidables son las frases de Alonso Quijano, el personaje memorable de Don Quijote de La Mancha, este clásico de la literatura universal. La primera parte de este libro dice así:

“Dichosa edad y siglos dichosos aquéllos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío".

Dentro de su demencia, Don Quijote era un ser adorable, que respetaba y amaba al prójimo por sobre todas las cosas, sintiendo un profundo respeto, sobre todo, por su compañero de andanzas, Sancho Panza y así le hablaba a su camarada: "Con todo eso te hago saber hermano Panza, que no hay memoria a quien el tiempo no acabe, ni dolor que muerte no consuma”.

“Don Quijote de la Mancha” es uno de los libros más importantes del siglo de oro español. A continuación comparto algunas frases más.

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.”

“¡Oh princesa Dulcinea, señora deste cautivo corazón! Mucho agravio me habedes fecho en despedirme y reprocharme con el riguroso afincamiento de mandarme no parecer ante la vuestra fermosura”

“No me levantaré jamás de donde estoy, valeroso caballero, fasta que la vuestra cortesía me otorgue un don que pedirle quiero, el cual redundará en alabanza vuestra y en pro del género humano”

"—¡Oh tú, quienquiera que seas, atrevido caballero, que llegas a tocar las armas del más valeroso andante que jamás se ciñó espada! Mira lo que haces, y no las toques, si no quieres dejar la vida en pago de tu atrevimiento”

Algunas frases más del famoso Don Quijote:

“Gracias doy al cielo por la merced que me hace, pues tan presto me pone ocasiones delante donde yo pueda cumplir con lo que debo a mi profesión y donde pueda coger el fruto de mis buenos deseos. Estas voces, sin duda, son de algún menesteroso o menesterosa que ha menester mi favor y ayuda”.

“Por el sol que nos alumbra, que estoy por pasaros de parte a parte con esta lanza. Pagadle luego sin más réplica; si no, por el Dios que nos rige, que os concluya y aniquile en este punto”.

“Yo sé quién soy—respondió don Quijote—, y sé que puedo ser, no solo los que he dicho, sino todos los Doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron se aventajarán las mías”

Algunas frases más…
“Ese es un sabio encantador, grande enemigo mío, que me tiene ojeriza, porque sabe por sus artes y letras que tengo de venir, andando los tiempos, a pelear en singular batalla con un caballero a quien él favorece y le tengo de vencer sin que él lo pueda estorbar, y por esto procura hacerme todos los sinsabores que puede; y mándole yo que mal podrá él contradecir ni evitar lo que por el cielo está ordenado”

“Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y su bota, y con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido”

"—Has de saber, amigo Sancho Panza, que fue costumbre muy usada de los caballeros andantes antiguos hacer gobernadores a sus escuderos de las ínsulas o reinos que ganaban, y yo tengo determinado de que por mí no falte tan agradecida usanza, antes pienso aventajarme en ella”.

Unas más…
“La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra”

“Y si no me quejo del dolor, es porque no es dado a los caballeros andantes quejarse de herida alguna, aunque se le salgan las tripas por ella.”

“—Ya te he dicho, Sancho —respondió don Quijote—, que sabes poco de achaque de aventuras: lo que yo digo es verdad, y ahora lo verás.”

“—Para conmigo no hay palabras blandas, que ya yo os conozco, fementida canalla”

“—¡Oh, señora de mi alma, Dulcinea, flor de la fermosura, socorred a este vuestro caballero, que por satisfacer a la vuestra mucha bondad en este riguroso trance se halla!”

El Quijote, cuya primera parte salió a la luz por primera vez en el año 1612, es actualmente el libro más traducido del español a otros idiomas, lo que no es poca cosa. El pionero en traducir a este magnífico libro, que es un clásico de la literatura universal fue Thomas Shelton, quien por su pasión por las lenguas romances decidió hacer un trabajo realmente formidable y traducirlo al inglés y se llamó, según su traducción The History of the Valorous and Wittie Knight-Errant, Don Quixote of the Mancha.

He aquí algunos fragmentos de El Quijote de la Mancha:

“En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:

–La aventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubrieron treinta, o poco más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra”.

Con el trabajo del inglés Thomas Shelton, la traducción de El Quijote de la mancha hizo que diez años el libro que cuenta las aventuras del caballero desquiciado fuera un éxito en Europa. Esa fue la razón por la que otros traductores decidieron hacer lo mismo para otros lectores y fue el francés César Oudin quien lo sacó en idioma francés en el año 1614.

Más fragmentos del capítulo octavo en el que el caballero confunde a los molinos de viento con gigantes:

“–¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.
–Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
–Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino”.

Pero la marcha del Quijote hacia otros continentes se hizo más larga, especialmente en Asia. Mientras Shelton y Oudin compartían en sus países las travesías del hidalgo caballero, China estaba bajo el mando del emperador Wanli, quien sería seguido por el emperador Tianqi en 1620, y se acercaba al fin de la Dinastía Ming (1368 - 1644), cuando Tianqi diera poder absoluto a Wei Zhongxian, el eunuco más poderoso que ha visto China y quien impondría un régimen de terror, en medio de una crisis económica y grandes hambrunas. Otro fragmento de El Quijote de La Mancha:

“–Bien parece –respondió don Quijote– que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”.